El arte contemporáneo nigeriano saborea las mieles de la gloria

La venta por casi un millón y medio de dólares cada uno de dos cuadros del pintor Ben Enwonwu, «Christine» y «Tutu» –considerado la «Mona Lisa africana»– reflejan el buen momento que está viviendo el mercado del arte en Nigeria.

Hace tan solo diez años, los grandes artistas africanos estaban ausentes de las subastas internacionales. Pero ahora el continente atrae la atención de las casas londinenses Bonhams y Sotheby’s que han vendido las dos obras maestras del pintor Enwonwu, fallecido en 1994.

«África es actualmente uno de los mercados más dinámicos en el mundo, y Nigeria comparte el primer lugar en el podio con Sudáfrica», declaró a la AFP Giles Peppiatt, director de arte africano en Bonhams, la primera casa de subastas de Europa en apostar por el continente desde 2007, con la venta «Africa Now».

En Lagos, una ciudad de 20 millones de habitantes, la temporada cultural culmina este fin de semana con la feria internacional ART X, una cita ineludible en el mercado del arte moderno y contemporáneo.

«Tutu», el famoso retrato de una misteriosa princesa yoruba «perdido» durante casi 40 años y encontrado en 2018, casi por casualidad, en un apartamento de Londres, fue la gran «sorpresa» de la última edición. Muchos lo consideran la «Mona Lisa del arte africano».

Cada final de año la capital económica nigeriana se convierte en un centro de glamur y arte, y también de dinero. En octubre y noviembre se acumulan las exposiciones, que coinciden con la semana de la moda de Lagos y LagosPhoto.

Un entusiasmo generalizado que ha motivado la apertura de galerías como Art Twenty One y la casa de subastas Art House Contemporary Limited, con una facturación más modesta que las europeas y que presenta a los artistas locales más en boga, como Enwonwu, Yusuf Grillo, El Anatsui o Peju Alatise.

– ¿Coleccionistas o inversores? –

Este año, unas veinte galerías y más de 90 artistas estarán representados en ART X. Se espera la asistencia de personal de la Tate Modern (Londres) y de Smithsonian (Washington). La artista Emeka Ogboh, que trabaja entre Berlín y Lagos, se encarga del universo sonoro de esta cuarta edición.

El apetito por el arte africano contemporáneo crece pero, salvo algunas obras que superan el millón de dólares, la mayoría se venden a precios «razonables» en comparación con el resto del mundo: «entre 10.000 y 60.000 dólares», explica Giles Peppiatt.

Este experto cree que los «eventos como ART X están cambiando la situación (…) atraen a muchos coleccionistas ávidos por descubrir nuevas obras. Es un periodo muy emocionante». 

Nigeria, un gigante petrolero africano, es uno de los países con más millonarios en el mundo y una clase media en rápido desarrollo. Los ricos banqueros e industriales nigerianos son los principales compradores del arte contemporáneo.

Como las grandes subastas se celebran en Europa, donde el mercado está mejor estructurado, con menos posibilidades de toparse con falsificaciones, se van a Londres o a Nueva York a comprar las obras y las llevan de vuelta a África, explica Jess Castellote, director del Yemisi Shyllon Museum of Art, un museo privado que se inaugurará en 2020 en los suburbios de Lagos.

«Hay coleccionistas apasionados que quieren una reconexión con su herencia, su cultura, pero también hay cada vez más inversores, nigerianos que pagaban 250.000 libras por un reloj de lujo o un coche y ahora prefieren invertir en un lienzo o una escultura», dice. 

En Nigeria, al igual que en Sudáfrica, se han creado fondos de inversión de millones de dólares para comprar obras y revenderlas para ganar dinero.