El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado este martes su decisión de impedir la entrada al país al expresidente hondureño Porfirio Lobo y su esposa, la antigua primera dama Rosa Elena Bonilla, debido a su papel en «corrupción significativa» en el país centroamericano.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha indicado que «durante su cargo, Lobo aceptó sobornos de la organización de narcotraficantes Los Cachiros a cambio de favores políticos» y que su esposa estuvo implicada en «fraude y malversación para su beneficio personal».
Así, ha criticado que «pese a que sus actos corruptos socavaron la estabilidad de las instituciones democráticas de Honduras, el expresidente Lobo no ha sido condenado y Rosa Lobo ha sido liberada de prisión y está a la espera de que se repita el juicio», según un comunicado publicado por el Departamento de Estado.
Fraudes
La Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Honduras ordenó en marzo de 2020 por unanimidad que se repita el juicio contra la antigua primera dama, que fue condenada en 2019 a 58 años de cárcel por apropiación ilícita y fraude tras ser detenida en febrero del año anterior en su residencia.
Por otra parte, Blinken ha resaltado que esta decisión de Washington impide que tanto ellos como sus familiares directos no puedan entrar en el país norteamericano y ha detallado que, de esta forma, afecta también a su hijo, Fabio Porfirio Lobo, su hija, Ambar Naydee Lobo Bonilla, y su hijo menor de edad.
«Estas designaciones reafirman el compromiso de Estados Unidos a la hora de combatir la corrupción y el desprecio por el Estado de Derecho que impide los progresos en Honduras», ha dicho, al tiempo que ha subrayado que «el Departamento seguirá usando todas las herramientas disponibles para promover la rendición de cuentas para los actores corruptos y combatir la impunidad en la región y en el mundo».
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