EDUARDO COFIÑO (Poesía): EL PLANETA –1986–

Eduardo Cofiño

Se siente cómo palpita el corazón del Planeta.

Se percibe que está vivo, que respira, que canta.

Me abraza La Madre Naturaleza.

 

Convivir puede significar lucha,

y defensa.

Y a veces ataque

y también estrategia.

Convivir puede ser una rana,

marrulleros zompopos

(que se comieron mi crotal),

pueden ser lagartijitas,

mariposas

y sardinitas brincalonas.

Sardinitas que bajo el agua le bailan a la luna.

 

Convivir es el cólera, la peste.

El dengue,

La tifoidea,

diarrea,

picadura de tábano, colmoyote o mosca chiclera,

malaria,

chikungunya,

o enfermedad de Chagas.

En el techo de guano vive un ratoncito,

siempre desvelado:

huye de la serpiente mazacuata, del gato que merodea y maulla.

 

Se siente cómo el Planeta gira alrededor del sol,

cómo cambian los colores tan vibrantes en la tarde que ya se convierte en noche,

cuando el astro nos dice adiós.

Siento la humedad que cambia,

por la cercanía de la tormenta,

las horas que se hacen eternas,

cambian la temperatura y el viento que llega del norte.

 

Se siente cómo palpita el Planeta.

Atisbo la puerta que al cruzarla me enseña lo ínfimo de mi existencia.

Se siente el Planeta.

¡Siquiera palpase su rostro!

(el de la realidad que nos rodea) …

Se siente el Planeta.

(…está llorando).