EDGAR GIRÓN A.: Vida diaria

Edgar Girón A.

Ahora es común conversar sobre fugas de cárceles. Escapistas, más cómplices, es una combinación letal para dejar atrás los muros y los barrotes. A lo largo de la historia han habido un sin fin de escapes en cárceles de máxima seguridad, donde era impensable que alguien lo lograra. Haciendo un breve repaso, uno de los más icónicos fue el protagonizado por Frank Morris, John y Clarence Anglin de la prisión de Alcatraz, en la bahía de San Francisco, en junio de 1962.

Durante meses trabajaron para simular cabezas hechas con jabón, papel higiénico, y pelo humano. Con esto lograron ganar tiempo pues los guardias tardaron en percatarse del escape. Nunca se supo que fue de ellos y las dudas e historias urbanas persisten hasta la fecha.

En Corea del Sur (2012), el reo Choi Gab-Bok de apenas 1.65 metros y complexión delgada, cumplía una sentencia de 23 años. Aprendió yoga dentro de la prisión -lo cual le sirvió para su plan de escape- y una noche se unto la piel con pomada y por la compuerta en donde le pasaban los alimentos se deslizo hacia la libertad. Seis días mas tarde fue recapturado y devuelto a la cárcel, pero han tomado medidas para que el pequeño no vuelva a fugarse.

Al estilo de Holywood fue llevada a la pantalla la vida de Frank Abagnale –Catch me if you can con Leonardo DiCaprio- quién en 1971 mientras esperaba juicio para una sentencia de 12 años por múltiples cargos de falsificación, fue confundido con un inspector secreto de prisión, y con la ayuda de un amigo convenció a los policías de que lo dejaran en libertad.

El mexicano Joaquín el chapo Guzmán detenido en Guatemala en 1993 y extraditado a México, en enero 2001 después de ocho años escapó de la prisión de máxima seguridad Puente Grande, Jalisco. Dos versiones: una que dice que aprovecho las visitas al penal y salió en la fila de todas las mujeres, como una robusta dama; la otra, de película cinematográfica, dice que salió dentro del carro de ropa sucia, su cómplice lo empujo por varios puntos de seguridad sin que nadie lo notara, hasta de llegar al estacionamiento. En cualquier caso, logró el escape soñado.

En febrero 2014 se confirmó su recaptura, muy poco tiempo duro la emoción y felicidad de las autoridades ya que en julio 2015 nuevamente se fuga, esta vez, de la cárcel de máxima seguridad El Altiplano. Esta vez utilizó una práctica que lo hizo famoso, la construcción de un túnel con tecnología, ventilación, iluminación… y una moto. Seis meses después es recapturado y en enero 2017 es extraditado al Centro Correccional Metropolitano en Nueva York.

En junio 2001 se abrieron paso en una fuga masiva con fusiles, subametralladoras setenta y ocho de los reos más peligrosos en la Cárcel de alta seguridad en Escuintla, conocida como El Infiernito, miembros de bandas de secuestradores, asesinos, asaltabancos. Atravesaron ocho puertas, veinticuatro cerrojos, candados -los cuales al revisarlos no estaban violentados- mantuvieron a todos los visitantes en el suelo y al escapar dejaron tres muertos, secuestraron un vehículo, un autobús y una camioneta agrícola. Al estilo del Chapo en octubre 2005, siempre en la Cárcel El Infiernito diecinueve reos construyeron un túnel, bandas de secuestradores y asesinos se dieron a la fuga.

Sentenciada a 94 años de prisión por plagio, secuestro, asociación ilícita y asesinato, Marixa Lemus La Patrona, ya en mayo 2016, se fuga de la cárcel Santa Teresa en zona 18, pero fue prontamente recapturada. Fue trasladada al centro de detención Mariscal Zavala, pero esta vez no la detuvo ni estar en un cuartel militar, pues como se ha sabido, con ayuda de policías del Sistema Penitenciario y algunos más, rodeada por soldados espero la oscuridad y tranquilamente salió. Las autoridades del Ministerio de Gobernación atribuyen a fallas en protocolos, y sistemas de seguridad por lo que han procedido a destituciones etc. Todo lo que ya sabemos iban a decir. Entre 2009 y 2017 El Sistema Penitenciario reporto 67 fugas en las 21 cárceles del país.

Algunas de las fugas tienen ese ingrediente adicional que se llama creatividad, tráfico de influencias, soborno, y otras simplemente acompañadas de la brutalidad del momento dejando a su paso dolor y muerte. Pero ¿Que motiva a las autoridades, policía, abogados y otros a colaborar para que un reo se fugue de una cárcel? La dependencia absoluta de él, que sin él no es posible vivir en sociedad y con él una pérdida absoluta de valores morales, principios y sobre todo el sentido de pertenencia con nuestros pares. “Dinero”.