El deporte de alto rendimiento ha llevado a varios atletas a consumir sustancias prohibidas para mejorar sus resultados en las exigentes competencias. Prácticamente, ningún deporte se ha salvado de los escándalos, que suelen tumbar ídolos que pierden títulos, marcas y la oportunidad de seguir ganando millones de dólares por contratos publicitarios.
Carlos María Salvado
Madrid – María Sharapova ha sido una de las tenistas más admiradas. Lindo rostro y figura, personalidad atrayente y una calidad de juego que la ha llevado a ganar 5 Grand Slam, 35 torneos de la WTA y su presencia permanente entre las mejores raquetas del mundo, aparte de que en cuanto a ingresos económicos, nadie le diputa ser la número uno.
Pero ese mundo mágico y perfecto se derrumbó cuando tuvo que reconocer públicamente que durante varios años ha recurrido al dopaje —consumo de meldonium—, luego de dar positivos los exámenes que le practicaron tras el Abierto de Australia. La noticia sorprendió al mundo deportivo, más allá de las canchas de tenis, a pesar de que este producto no era prohibido antes de enero de 2016.
Sharapova se había convertido no solo en una de las mejores tenistas de la actualidad, sino también en una exitosa empresaria con ganancias que la convirtieron en multimillonaria. Sus ingresos por jugar tenis no podían compararse con los que ganaba por la publicidad y lo que sus marcas y empresas llevaban a su engrosada chequera.
Los deportistas de este nivel saben que cuando algo así sucede, además de la suspensión oficial, los patrocinadores se alejan, porque nadie quiere asociar marcas a ese mal que ha explotado en las últimas tres o cuatro décadas, tras aumentar los controles y capacidad de la Agencia Mundial Antidopaje —WADA, por sus siglas en inglés—, que es la que vela por que no se consuman productos que sirven para mejorar el rendimiento de los atletas.
Este caso no es la excepción en cuanto al castigo económico que llega con el escándalo. La marca Nike, que la tenía como una de sus atletas femeninas más destacadas con un contrato de casi US$80 millones que abarcaba de 2010 a 2016, anunció, casi de inmediato, su decisión de suspender nuestra relación con María, mientras la investigación continúe. Entre tanto, Porsche, anunció que se posponían todas las actividades planeadas por el momento.
Pero el castigo abarca a más marcas comerciales, porque el atractivo publicitario de Sharapova es un verdadero imán para los consumidores. Sin embargo, American Express, Samsung, TAG Heuer, Evian, Tiffany y Avon, contemplan seguir el mismo camino.
La tenista no tendrá problemas económicos significativos, pues paralelamente a su ya larga carrera en el tenis —tiene 28 años, pero ganó su primer Grand Slam a los 17—, ha desarrollado todo un emporio de negocios, que incluye restaurantes en Moscú, un equipo de fútbol americano, la línea de moda María Sharapova Seduction, su propia marca de vodka, Pure Wondersharapova, así como inversiones en el sector inmobiliario. Mal no le irá.
El meldonium
Antes del 1 de enero de 2016, la WADA no incluía entre la lista de productos prohibidos el meldonium, una sustancia que se utiliza en los países del Este europeo desde hace 32 años, cuando el lituano Ivar Kalvinish lo inventó. El científico defiende que no se trata de un producto dopante y, por ello, se vende normalmente entre los fármacos.
En opinión de su creador, se trata de una medicina cardiovascular, que la recomiendo a todo el mundo. Dos millones de personas la toman regularmente, al tiempo que lamenta que la WADA ni siquiera se tomó la molestia de consultar ni presentar análisis y estudios clínicos que muestren que mejora el rendimiento de los deportistas profesionales.
Su uso se recomienda cuando las personas están sometidas a estrés o tienen dolores musculares, porque ayuda a la circulación. Yo mismo lo tomo cuando estoy agotado y siento que la cabeza está cansada. Tomo las pastillas durante diez días y estoy como nuevo. El científico ve un telón político detrás de la suspensión de Sharapova, porque se han dado cuenta de que hay muchos campeones de esta región de Europa.
El meldonium se vende en pastillas o inyeccciones, pero es un fármaco registrado solo en los países de Europa del Este, no así en el resto de Europa y Estados Unidos. Eso se debe a una razón económica, explica Kalvinish, quien prefiere mantener la patente en esa región europea, exclusivamente.
Lista de caídos
María Sharapova se suma a una larga lista de atletas de primer nivel que han visto sus carreras muertas o suspendidas a causa del dopaje. Esto no es nuevo, pero hay que reconocer que la capacidad de la WADA ha mejorado muchísimo, al tiempo que ha aumentado la lista de productos prohibidos.
Prácticamente, ningún deporte escapa del pecado del dopaje. Ciclismo, atletismo, natación, fútbol y hasta el permisivo béisbol estadounidense tienen casos sonados de atletas que han recurrido a sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento.
En esa lista, hay nombres de atletas que escribieron páginas doradas en el deporte de su especialidad, mismas que, incluso, han tenido que ser borradas de los registros y anales históricos. Hagamos un repaso de algunos de esos nombres, para confirmar que el dopaje hace caer a verdaderos ídolos.
Sin duda, el más grande de todos, también con la caída más estrepitosa, fue el ciclista estadounidense Lance Armstrong. Tuvieron que pasar muchos años para que este verdadero ídolo del ciclismo y el deporte universal mostrara que tenía los pies de barro, ya que después de haberlo ganado prácticamente todo y escribir su nombre en 6 Tours de Francia, se descubrió que su rendimiento mejoraba con el consumo de EPO, testosterona y transfusiones de sangre. Se le retiraron todos sus títulos e, incluso, tuvo que devolver los premios económicos que recibió.
Se estima que las pérdidas que sufrió el estadounidense alcanzaron los ÿ150 millones.
Un ciclista español, Alberto Contador, también dio positivo con Clembuterol durante el Tour de Francia 2010. Su sanción no fue de por vida, como la de Armstrong y únicamente le dieron dos años de suspensión, pero igualmente tuvo que devolver premios y se le retiraron títulos.
Uno de los más grandes en el atletismo, el canadiense Ben Johnson, sorprendió al mundo al vencer al mítico Carl Lewis en las olimpiadas de Seúl’88, pero no pudo saborear su triunfo, porque dio positivo por haber consumido stanozolol, un esteroide anabolizante.
Y ¿quién no recuerda el caso de Diego Armando Maradona?, el astro argentino de fútbol, que fue suspendido por dopaje de drogas —cocaína y otras— en dos ocasiones, lo que finalmente terminó con su brillante, pero opacada carrera. La primera vez fue cuando jugaba para el club Nápoles en Italia y la segunda, con la selección de Argentina durante el mundial de Estados Unidos. Terminó siendo una vergüenza para su deporte, aunque volvió como entrenador años después, sin triunfar como técnico.
Otros nombres que se pueden mencionar son: en atletismo, Tyson Gay, velocista estadounidense; Marion Jones, atleta de velocidad y salto de longitud, y en el béisbol, que si bien ha sido muy permisivo, ha comenzado a perseguir más el uso de sustancias prohibidas, resaltan los casos de Mark McgWire, Sammy Sosa y Alex Rodríguez.
Un experto en dopaje deportivo, el médico español David López Capapé, recuerda que en el deporte de alto rendimiento las diferencias entre los atletas son mínimas, y, por eso, ceden a la tentación de buscar sustancias que puedan hacer la diferencia favorable.
Hay ciertas sustancias que tienen efectos más prolongados que otras, pero en todo caso, en el mundo deportivo existe mucha persecución para impedir que los atletas puedan pasar desapercibidos, si se están dopando.
Aquí hemos visto a los deportistas más famosos que han sido sorprendidos, pero, prácticamente, en todo el mundo se reportan casos de estrellas locales que son descubiertos en las pruebas antidopaje y se les suspende por algunos meses, años y hasta de por vida. O sea, es una forma de morir para los atletas.
El capítulo más reciente es el de María Sharapova, pero nadie cree que vaya a ser el último de una historia que se escribe a diario y promete tener muchos aspirantes al Olimpo Deportivo, que buscan en diferentes sustancias el plus que les permita llegar, sin saber que, a veces, la caída es estrepitosa y dolorosa, como las que hemos visto.
María Sharapova se ha convertido en blanco de noticias; esta vez, por el resultado positivo de su examen antidopaje, tras el Abierto de Australia.
La marca Porsche fue una de las que retiró la imagen de la tenista rusa de su publicidad.
El caso más sonado en la historia del depoaje fue el de Lance Armstrong, quien tuvo que reconocer su mal comportamiento deportivo en el programa de Oprah, la entrevistadora estadounidense.