Donald Trump, el MAL QUERIDO

Este es el perfil de Donald Trump: su fortuna se estima en US$9.000 millones; controversial empresario; racista; ambicioso; terco por excelencia, y prepotente. Ahora, aspira a la Presidencia de Estados Unidos por el partido Republicano, aunque sus posibilidades son limitadas. Lo que no cabe duda, es que en el mundo hispano estadounidense es visto como alguien muy negativo.

KANSAS CITY, Kansas – A Edgar Galicia, un mexicano que vive en Estados Unidos, le tomó tiempo entender que tal vez Donald Trump le hizo un favor.
Al principio estaba molesto. Me sentí insultado cuando Trump llamó a los mexicanos criminales y violadores, dijo Galicia, un diseñador gráfico que tiene su propio negocio en Kansas. Ahora, veo esto como el momento de despertar, el momento en que nuestros ojos se abrieron a nuestro poder.
La respuesta de los mexicanos no se hizo esperar. Más bien es motivador y estamos energizados, dice Cici Rojas, presidenta de Intercambio Central, un grupo empresarial que promueve el respeto a los derechos de la mujer hispana en el Medio Oeste.
Nos ha encendido a las personas comunes y corrientes de origen hispano, explica. Y no es para menos, porque han visto que muchas grandes empresas, como Macy’s, NBC, Serta, Univisión, Telemundo, han decidido romper lazos con Trump y vuelven a poner en el primer plano el crecimiento de la fuerza hispana en este país.
Ha llegado el momento, una norma se ha establecido. No se puede decir algo así y salirse con la suya, según Arturo Vargas, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados, una red que alcanza ya 6.000 miembros.
El número de hispanos en este país ha aumentado considerablemente. De cerca de 9 millones en 1970, se ha pasado a 55 millones –casi uno de cada seis estadounidenses–. En esta ciudad de Kansas, los latinos representan más del 30 por ciento de la población, lo que habla de la importancia que cobra este grupo.
En los últimos 15 años, una oleada de inmigrantes latinos se mudó aquí y revirtió la disminución constante de la población, explica el alcalde Mark Holland. En los supermercados y tiendas rápidas se puede ver la importancia que tienen los hispanos con las marcas, sabores y salsas propias de la cultura latinoamericana. El alcalde dice que su ciudad es rica por su diversidad y se debe respetar. Lo que Trump ha hecho es tirar el velo fino del racismo subyacente en el debate sobre la inmigración, dijo.
Holland considera bien merecidos los golpes que esta comunidad y varias empresas le han dado a Trump, porque los mexicanos están respondiend: Estamos aquí. No tenemos que fingir que no somos. La respuesta a las ofensas que Trump ha lanzado están por todos lados, pero también por las redes sociales, como Facebook y Twitter, en donde es fácil encontrar cánticos anti-Trump.
La respuesta ha sido importante. Gente que no hablaba sobre política, está ahora mismo haciéndolo. No se trata solo de mexicanos, porque también hay fuerza en mensajes de puertorriqueños, guatemaltecos y de otras nacionalidades hispanas.
Una encuesta de la cadena Univisión, da cuenta de que el voto hispano se inclina con fuerza a favor de los demócratas, pero especialmente da su respaldo a la candidatura de Hillary Clinton, la más fuerte contendiente en las primarias por este partido.
En el lado republicano, el principal candidato es Jeb Bush, pero hay que ver el resultado de la encuestas. Si las elecciones fueran hoy, Clinton obtendría el 64 por ciento del voto hispano, frente a 27 por ciento del republicano. Si la disputa fuera entre Clinton y Trump, más votos hispanos se irían al lado demócrata, y el resultado sería 70-16 por ciento favorable a la ex primera dama.
El lunes, justo al otro lado del río, en Kansas City, los candidatos presidenciales demócratas Hillary Clinton, Bernie Sanders y Martin O’Malley sacaron aplausos cuando criticaron a Trump en una gran reunión de latinos. Tengo pocas palabras para Donald Trump: ¡Basta! ¡Es Suficiente!, dijo Clinton.
Ella reprendió a sus rivales del Partido Republicano por lo mucho que tardaron en responder a los ataques racistas de Trump. Su silencio es vergonzoso, dijo, antes de recordar que los aspirantes a la Presidencia de ese partido son un grupo muy hablador.
Las estimaciones de los expertos y estudios de opinión, muestran que para recuperar la Casa Blanca, los republicanos necesitarían el 42 por ciento del voto hispano, algo que no logran –en porcentaje– desde 1988. En la última elección alcanzaron apenas un 23 por ciento de votos latinos, lo que está muy lejos de las necesidades del momento.
Así es que las críticas de Trump a los mexicanos puede hacer que se alejen más las posibilidades de recuperar la Presidencia en el 2017.
Trump ha continuado manifestándose en contra de los inmigrantes indocumentados, diciendo a una gran multitud reunida en Arizona: Tenemos que recuperar el corazón de nuestro país. . . estas son personas que no deberían estar en nuestro país, fluyen como el agua.
Pero los latinos hemos llegado a un punto de inflexión, dijo Carlos Gómez, presidente de la Cámara Hispana de Comercio de Kansas City. Nos damos cuenta de que tenemos influencia; sobre todo, si estamos juntos, y señaló que el poder adquisitivo de los latinos se estima en más de $ 1.5 billones de dólares.
Antes de que Trump comenzara con su diatriba antimexicana, el gigante Macy’s hizo un lanzamiento para los latinos; y Gómez recuerda el anuncio, con mariachis mexicanos, para lanzar productos de primavera. Es un momento especial, dijo, porque las grandes corporaciones estadounidenses están de pie con nosotros, diciéndonos que les importamos. Dijo que el mensaje que los latinos están escuchando es: Usted es el cliente. Usted es el votante.
Así es que Trump no solo ha salido mal parado de toda esta polémica, sino que, además, ha provocado que su partido tenga un problema más, con un grupo de votantes que necesita, pero del que cada día se aleja más.

Por Mary Jordan