Tuvieron que transcurrir más de 100 años para que la selección de Chile levantara su primera copa como campeón continental en 2015, pero apenas un año después ha repetido la hazaña, de la mano de una generación excepcional de jugadores, que la mantienen entre las diez mejores del fútbol mundial.
Fernando Villalobos / fvillalobos@cronica.com.gt
La historia del fútbol chileno parece estar íntimamente ligada a su vecino Argentina.
El último capítulo en la historia de La Roja se ha escrito en la Copa América Centenario, al jugar una segunda final continental consecutiva ante el primer rival que tuvo en 1910. En aquella ocasión, Argentina derrotó a Chile en Buenos Aires (3-1) y desde entonces una marcada rivalidad se ha mantenido todo el tiempo entre las dos selecciones del Cono Sur.
Mucho ha cambiado desde aquel entonces. Ahora el fútbol chileno pasa por la mejor época que ha tenido jamás. Muy cerca de la elogiada escuela gaucha, el fútbol chileno ha ido forjando su propia identidad y en estos momentos cuenta con una generación de jugadores como nunca antes la tuvo, lo que le ha impulsado a ser considerada una de las potencias mundiales del deporte.
Esta generación de oro principió a brillar en el Mundial sub-20 de Canadá 2007, donde los Vidal, Alexis Sánchez y compañía cayeron ante la Argentina de Messi en semifinales.
También en 2007, uno de los grandes maestros del fútbol llegó desde el vecino y rival país para dejar su huella al fútbol chileno: el técnico argentino Marcelo Bielsa tomó las riendas de la selección, para así iniciar el cambio en el fútbol del país andino.
Poco a poco, El Loco Bielsa impregnó su mentalidad ganadora en los futbolistas chilenos y los llevó a un Mundial por primera vez en doce años, en una eliminatoria sudamericana en la que solamente Brasil les superó y Argentina se vio relegada a una posición secundaria, lo que suponía ya un desafío andino.
En Sudáfrica 10, esta generación de oro llegaba a su primer gran torneo internacional y lograba su mejor actuación desde Chile 62, al clasificar a octavos de final, en donde la verdeamarela la elimina con un 3-0, pero el sabor que deja La Roja es de inspiración y coraje. El ciclo de Bielsa terminaría en el 2011.
Un año más tarde, tras un breve paso de Claudio Borghi, otro argentino, Jorge Sampaoli toma el mando de Chile, para convertirse, probablemente, en el técnico más importante del fútbol chileno. Este técnico, salido de la escuela de Bielsa, consigue la clasificación al Mundial Brasil 14, donde eliminan nada menos que a España, por entonces campeón mundial, y solamente caen en la siguiente ronda ante el anfitrión, pero en tanda de penales.
Chile volvía a casa con otra desilusión, pero poco tuvo que esperar para darle una alegría a su afición. La Copa América Chile 15 es el torneo que cambió la historia futbolística de aquel país. De la mano de grandes jugadores, como Arturo Vidal, Alexis Sánchez y Claudio Bravo, los chilenos hicieron valer el jugar como locales para derrotar en la final a la Argentina de Leo Messi. El partido, intensamente disputado, terminó con un cerrado 0-0 después del alargue, pero en la tanda de penales no fallaron para ganar la Copa y el juego 4-1.
Finalmente, la generación de oro hacía valer su reputación, acabando con la maldición del fútbol chileno, 105 años después, en el propio país de los Andes. La euforia en Chile era inmensa, la historia apenas comenzaba.
El centenario
Bajo el mando de otro argentino, Juan Antonio Pizzi, Chile llega a la Copa América Centenario como campeón continental, aunque con más dudas que certezas, luego del cambio en el timonel del equipo.
La expedición en tierras norteamericanas no iniciaría de la mejor manera. En su debut cayeron derrotados ante su rival de siempre, Argentina (1-2). Después de el traspié inicial, La Roja retomó el buen camino ante Bolivia (2-1) y confirmó su buen momento al eliminar sin contratiempos a Panamá (4-2) y clasificar en segundo.
Uno de sus mejores momentos llegó en los cuartos de final, en donde golearon sin misericordia a México (7-0). Su fútbol dinámico, directo y efectivo fue destacado por la prensa de todo el continente. De nuevo era favorito Chile para llegar a la final.
Pero en el camino estaba una creciente Colombia, con James Rodríguez, que aspiraba a más. Sin embargo, de nuevo la calidad chilena requirió de poco tiempo, 20 minutos, para ganar (2-0) y llegar a Nueva York y repetir la final de la Copa 2015.
La atención era grande; sobre todo, porque Messi llevaba ya tres finales disputadas y perdidas con la selección. Era el momento en que quería terminar con ese maleficio que parecía acompañar al mejor jugador del mundo en estos momentos.
Pero ni su talento, ni la suma de una gran plantilla albiceleste pudieron con la furia chilena.
Tras una de las finales más aguerridas y con más patadas en la Copa América, el resultado fue un cerrado 0-0 en los 120 minutos de juego. De vuelta a los penales, Claudio Bravo, compañero de Messi en el Barca, se convirtió en la figura destacada, mientras que La Pulga erraba su penal y volvía a perder otra final de grandes torneos. Chile es bicampeón de América.
Antes y después
Antes de esta generación, Chile participó en siete Mundiales, su mejor actuación en lo absoluto fue en el Mundial de Chile en 1962, cuando consiguieron el tercer puesto tras derrotar 1-0 a Yugoslavia. El campeón fue Brasil. En 1998 lograron clasificarse a octavos de final por primera vez fuera de Chile. En las otras cinco ocasiones fueron eliminados en la primera fase del torneo.
Por otra parte, en la Copa América los chilenos habían rozado la gloria en cuatro ocasiones. En 1955 perdieron la final frente a Argentina y un año más tarde, frente a Uruguay. En 1979 cayeron en la final con Paraguay, tras un partido de desempate, y la última vez que disputaron una final fue en 1987, cuando nuevamente Uruguay les superó (1-0).
El punto más bajo en su historia llegó en el año 2002, cuando cayeron al puesto 84 del ranking FIFA, el más bajo en su historia, y quedaron últimos en la eliminatoria rumbo a Corea-Japón 02.
Ahora, tras dos Mundiales disputados por esta generación, los andinos han alcanzado los octavos de final en ambas ocasiones, algo que jamás habían conseguido de forma consecutiva, estando muy cerca de llegar a los cuartos en Brasil 14.
En la copa América, además del bicampeonato, habían llegado a cuartos de final en 2011 con Borghi como técnico. El nombre de Chile ya era destacado en el fútbol mundial, producto de esta generación de oro, que tiene a varios exponentes en diferentes clubes del mundo.
Esta camada de jugadores está encaminada a romper todos los récords de la selección. Su capitán, Claudio Bravo, ya se ha convertido en el jugador con más participaciones internacionales —106 partidos con la selección—, y aunque Marcelo Salas aún mantiene el puesto de máximo goleador con 37 tantos, Alexis Sánchez está a solo tres goles de igualarlo y tiene cuerda para rato, lo mismo que Eduardo Vargas, otro goleador que, tras la Copa América Centenario, suma 31 anotaciones y parece dispuesto a superar al mítico delantero de la Juventus.
Dando esperanza
Desde que Bravo, capitán de la selección, nació en 1983, Chile ha pasado por una serie de catástrofes naturales que han llevado a la población chilena hasta el borde de la desesperación.
Primero, el terremoto de Algarrobo de 1985 arremetió contra Chile un domingo por la noche, para llevarse la vida de 177 personas. En 1993 el Aluvión de la Quebrada de Macul dejó 26 víctimas y más de treinta mil personas damnificadas. En 2010 la erupción del volcán Chaitén provocó el desalojo de alrededor de ocho mil personas que habitaban en sus cercanías, destruyendo las ciudades. Por último, en 2014 el terremoto de Iquique afectó a casi todo el país y provocó también un tsunami, dejando afectada a la mayor parte de la población.
Es por todo esto que los triunfos de la selección también han sido una esperanza para los jóvenes chilenos, que también han podido disfrutar entre tanta catástrofe que ha golpeado su país. El fútbol significa para ellos una esperanza, y el mayor sueño es el de ser campeones mundiales, como afirmó Vidal, luego del bicampeonato: Esta generación está para pelear un Mundial.
Alexis y Vidal destacan en grandes clubes europeos, además de aportar a su selección.
Alexis Sánchez es el símbolo del momento que vive La roja chilena. El mejor del torneo.