Desde Atlanta, Trump busca seducir al electorado negro

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alejó con su retórica a buena parte del electorado negro. Pero ahora, con las elecciones de 2020 en el horizonte, el millonario republicano apuesta a recuperar ese apoyo, importante componente de la base demócrata.

El mandatario, en busca de un segundo mandato de cuatro años, fue el viernes a Atlanta, una ciudad del sur del país cargada de historia para la población negra y el movimiento de los derechos civiles, para lanzar la coalición «Voces negras por Trump». 

«Lo veremos en un año, pero creo que tendré un porcentaje fenomenal de votos afroamericanos», dijo al partir de la Casa Blanca. 

¿El principal argumento del mandatario? Los buenos resultados económicos. En octubre, la tasa de desempleo entre la población negra fue del 5.4%, una cifra que ha caído bruscamente en la última década, pero aún supera a la de la población blanca, que se sitúa en el 3.2%. 

Trump también se jacta de una reforma de la justicia penal para aliviar las hacinadas cárceles, votada por legisladores de los dos partidos, conscientes de los costos humanos y financieros de las políticas ultrarepresivas para luchar contra el narcotráfico. 

«Sin mí, no habría habido una reforma judicial y ha beneficiado a los afroestadounidenses más que a nadie», destacó Trump. 

Pero en sus esfuerzos por captar esa porción del electorado, la desconfianza que genera es real. 

En 2016, el magnate inmobiliario jugó la carta del desencanto de una parte de los afroestadounidenses hacia el partido de Barack Obama, primer presidente negro de Estados Unidos, reiterando una y otra vez en sus discursos: «¿Qué diablos tienen para perder?».

Pero su rival, la demócrata Hillary Clinton, obtuvo el 88% del voto del electorado negro. Trump, solo el 8%.

Racista

Desde que llegó a la Casa Blanca, los constantes ataques de Trump contra líderes afroestadounidenses no han hecho más que atizar las tensiones.

Y las encuestas lo reflejan: según un sondeo publicado en julio por la Universidad de Quinnipiac, el 80% de los votantes negros creen que Trump es racista. 

Hace poco, provocó una viva controversia al comparar el procedimiento de destitución con un «linchamiento», una palabra cargada de sentido en Estados Unidos, donde está asociada al asesinato de negros por los blancos en los siglos XIX y XX, esencialmente en el sur. 

A mediados de este año, escribió una serie de tuits muy agresivos contra el veterano legislador de Baltimore Elijah Cummings, figura icónica y carismática del Congreso, fallecido poco después. 

El destacado reverendo negro Timothy McDonald, que participó el viernes por la mañana en un acto con legisladores demócratas, no ocultó su descontento por los intentos de Trump de seducir al electorado negro.

El hecho de que Trump llegue a Atlanta, «tierra de Martin Luther King y cuna del movimiento de derechos civiles», es una bofetada para todos los negros en Georgia y un insulto a todas las personas de color en Estados Unidos», dijo.

«Una parodia»

Cliff Albright, cofundador de la organización Black Voters Matter (Los votantes negros importan), calificó la iniciativa de Trump como una «farsa» para arrebatar a los demócratas el dominio entre los votantes afroestadounidenses, en lugar de intentar realmente conectar con una población que representa el 13% del total. 

«Es una parodia, es hipócrita, es insultante», dijo a la AFP. «De lo que se trata realmente es de tratar de minimizar la participación negra en el otro bando». 

Según Albright, la intención de Trump es «crear confusión» y lograr que «1%, 2% o 5% de los votantes negros se queden en sus casas», lo cual perjudicaría a los demócratas.

En 2016, la movilización del electorado negro para votar por Clinton fue notoriamente débil en varios estados clave como Wisconsin, que para sorpresa general se inclinó por Trump.

En 2020, los demócratas esperan volver a convocar a esta parte del electorado para encontrar niveles cercanos a las dos elecciones de Obama, en 2008 y en 2012. 

Todo dependerá también de alguna forma del nombre del demócrata que le disputará la Casa Blanca a Trump.

Joe Biden, uno de los precandidatos favoritos, ha sido siempre muy popular entre los votantes afroamericanos, sobre todo por su estrecha relación con Obama, al que acompañó como su vicepresidente.

Sus rivales para la nominación demócrata, el joven alcalde Pete Buttigieg y la senadora progresista Elizabeth Warren, despiertan por el momento menos entusiasmo.