Una peculiar nueva especie de titanosaurio gigante, excavado en el desierto de Atacama, en Chile, se le presentó como Arackar licanantay por paleontólogos chilenos.
El hallazgo de este fósil se realizó en los años 90, y estuvo a cargo del geólogo nacional Carlos Arévalo, quien excavó el ejemplar junto con personal del Servicio Nacional de Geología y Minería, Sernageomin, en un sector ubicado a unos 75 kilómetros al sur de la ciudad de Copiapó, en la Región de Atacama.
Desde el 2000, el estudio de estos restos contó con un equipo de paleontólogos integrado por David Rubilar, Alexander Vargas y José Iriarte, quienes realizaron nuevas campañas al área en los años 2006, 2007 y 2011, prospecciones que permitieron recuperar parte del esqueleto de otro titanosaurio, el que aún está sin identificar.
Este trabajo continuó con la colaboración de otros investigadores liderados por David Rubilar, lo que permitió identificar al ejemplar encontrado como una nueva especie.
Arackar licanantay
El Arackar licanantay (nombre que significa «osamentas atacameñas» en lengua kunza) habitó en lo que hoy es la Región de Atacama durante la parte final del periodo Cretácico, es decir, hace 80 a 66 millones de años atrás. El ejemplar hallado en el norte de Chile pertenece a un subadulto de unos 6.3 metros de longitud, por lo que se estima que puede haber llegado hasta los 8 metros de largo en edad adulta. Esto significa que habría correspondido una especie de menor tamaño en comparación a la mayoría de los titanosaurios.
Un fémur, un húmero, isquion y elementos vertebrales del cuello y dorso fueron los restos descubiertos de este especimen, uno de los fósiles de titanosaurio más completos hallados en el margen occidental de Sudamérica.
El análisis de los restos encontrados reveló varias características únicas, en especial aquellas de sus vértebras dorsales. Estas singularidades permitieron diferenciarlo de otros animales del mismo grupo e identificarlo como una nueva especie.
No aviar
Corresponde al tercer dinosaurio no aviar descrito y reconocida para Chile, después de Atacamatitan chilensis y Chilesaurus diegosuarezi. Además, el grupo de los titanosaurios es muy amplio y diverso, con reiterados hallazgos en lo que hoy es Argentina y Brasil, y más escasos en la vertiente andina occidental.
Otra particularidad de este nuevo dinosaurio chileno tiene relación con la disposición de sus extremidades, detalla en un comunicado Alexander Vargas, director de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile y académico de la Facultad de Ciencias de nuestro plantel.
«Una característica de muchos titanosaurios es que sus piernas estaban en un ángulo abierto. Nuestro dinosaurio no tiene ese ángulo, es bastante recto en comparación al fémur de otros titanosaurios. Se conocen otros titanosaurios así, pero no es lo más común. Uno de ellos es el Rapetosaurus, de Madagascar, y otro es el Atacamatitan de la Región de Antofagasta, el primer dinosaurio chileno. Sería interesante explorar por qué justo los dos titanosaurios chilenos son así, podría haber alguna relación entre ellos o alguna particularidad biogeográfica«.