Entrevista con Eduardo Stein, excanciller.
Cuál es la agenda política de EE. UU. hacia Centroamérica?
Los temas de seguridad siempre han estado en un papel central, junto con preocupaciones de derechos humanos. Pero ahora, con el Plan Alianza para la Prosperidad, se llega más lejos y hondo en la idea de ser socios en esfuerzos conjuntos de desarrollo, generación de empleo e inversión productiva. Dependiendo de quién gane la elección van a cambiar algunos aspectos de énfasis en la agenda; pero no van a cambiar los temas de preocupación fundamental, porque estos responden a una visión estratégica de seguridad interna de Estados Unidos que se atiende y protege fuera de sus territorios, y eso ha sido así desde la fundación de unión americana.
¿Qué cambiaría con Donald Trump?
Creo que tendríamos que prepararnos para una dureza nunca antes vista en materia migratoria, frente a lo que hasta ahora ha sido una agenda, digamos, con grados de flexibilidad en las administraciones norteamericanas. Asumamos que ese endurecimiento supone un mayor empeño en identificar a los inmigrantes ilegales y deportarlos.
¿Qué cambiaría en el caso de los migrantes con Clinton?
Me parece que la administración de Hillary Clinton probablemente reviviría una discusión interna para una solución más integral de los aspectos migratorios.
¿Se mantendrían las deportaciones?
Hasta que no se encuentre una decisión de política migratoria integral, esto no se va a modificar gran cosa. Salvo que gane Trump y endurezca las deportaciones. Estas van a seguir en efecto.
Las relaciones con el Triángulo Norte de Centroamérica se han mantenido al más alto nivel ¿Eso cambiaría con Trump?
Si gana Clinton, seguiría en la misma dinámica. Si gana Trump, creo que los aspectos de seguridad del Plan Alianza para la Prosperidad se van a incrementar a expensas y en detrimento de los otros aspectos de promoción y generación de empleo, inversión productiva, de fortalecimiento de nuestras instituciones.
¿No sería tan integral?
En efecto.