“DEBE CONTINUAR EL RECHAZO A LA CORRUPCIÓN”, Oswaldo Ochoa

Ochoa recorrió dos veces, más de 200 kilómetros para apoyar el rechazo a la corrupción
En medio de un rechazo generalizado a la clase política corrupta, estos se esfuerzan por mantener intactos sus intereses mezquinos. Así lo considera Ochoa, también conocido como el Caminante, quien el sábado 18 de julio emprendió su segundo viaje a pie (Quetzaltenango-capital), para apoyar el rechazo al saqueo del Estado.
Álvaro Alay / aalay@cronica.com.gt
¿Cómo ve el proceso electoral?
Bastante incierto. No lo veo con un panorama saludable, porque hay demasiada confusión. Los partidos políticos no muestran un cambio, y a esto se le suman las leyes electorales que es necesario cambiar, pero no se conoce una postura oficial de los parlamentarios.

¿Qué expectativas tiene de las elecciones generales?

Hay mucha incertidumbre, no sé qué se puede esperar el próximo 6 de septiembre.

¿Qué le preocupa?

Que gane un partido corrupto.

¿Cómo califica el papel que ha tenido la CICIG?

Es bastante saludable. Puede ser que nos la hayan impuesto en el país, pero de igual forma estamos agradecidos, aunque hay que reconocer que no sería necesario tener una CICIG si todos fuéramos honestos, sobretodo nuestras autoridades.

¿Qué opina de las críticas de algunas agrupaciones políticas a la CICIG, cuando esta las investiga? Creo que ellos han tomado esa actitud, ya que vigilan y quieren mantener sus intereses mezquinos. Por eso es que ahora ya no quieren a la CICIG; sin embargo, lo disimulan, porque al mismo tiempo que la atacan y ya no la quieren aquí, piden que se quede. Actúan hipócritamente, porque les tiene puesto el dedo.

¿Cómo califica la vigilia que llevó a cabo Líder?

Es una actitud llena de farsa e hipocresía; no veo en esa acción suficiente base moral y espiritual para que la hayan denominado vigilia de oración y de paz.

¿Cómo evalúa el nivel de corrupción en el país?

Quizá ha llegado a su nivel más alto.

¿Dónde puede existir más corrupción, en el sector público o privado?

Es histórico y estructural, y viene desde la época de los españoles, cuando se repartieron las tierras; luego, continuó con los criollos. Solo se cambia la forma de riqueza. Antes, eran tierras. En la actualidad, los grandes ricos son una combinación de terratenientes, empresarios y, sobretodo, políticos. Se ve una corruptela combinada entre la entidad privada y quienes hacen Gobierno.

A pesar de las protestas, el presidente no ha renunciado, ¿considera usted que el mandatario tiene legitimidad?
Prácticamente, él está en una situación de ingobernabilidad. Le recomendaría que desocupe la Casa Presidencial en este momento, porque el pueblo no lo quiere.

¿Cómo mira el futuro del país?
Somos un pueblo fuerte y trabajador. He vivido en varios países de América Latina, pero los guatemaltecos somos agresivos para el trabajo. Somos perseverantes, pero lamentablemente hemos tenido Gobiernos malos. Si sumado a ese espíritu fuerte y trabajador del pueblo, tuviéramos un Gobierno honesto, que quisiera una Guatemala prospera, seríamos un mejor país. Por eso se tiene que continuar con el rechazo a la corrupción.
Su protesta ha sido pacífica, al igual que los plantones frente al Palacio Nacional de la Cultura, ¿qué opina de estas expresiones espontáneas de la gente? Veo un pueblo cansado de lo que se está haciendo, y lo preocupante es que no llegamos todavía a una conclusión. Las personas que estábamos participando, las asociaciones civiles, todavía estamos viendo cómo se llega a un consenso para una conclusión final. Se debe tener coordinación y determinación para tener un cambio profundo.

Usted ha hablado de una transformación, ¿qué tipo de transformación considera que debería haber en Guatemala?

Nuestra patria necesita una transformación social; eso pregoné en el primer viaje que hice a la capital.

A su criterio, ¿qué reformas deberían hacerse para cambiar el futuro del país?

Es un caso bastante difícil, espinoso y complicado, porque hay varias opiniones. Lo importante es que los guatemaltecos, que formamos parte de estas manifestaciones, le pongamos corazón, espíritu, alma, honestidad e inteligencia; ya que si hay malas intenciones, políticos corruptos y hombres malos, siempre saldrán mal las cosas.

¿Qué piensa de los políticos?
En su mayoría han sido personas que, en su adolescencia y juventud, sus padres les dieron formación hasta donde fue posible, pero ellos siguieron hasta donde el ánimo les dio. Desgraciadamente, llegaron a un sistema malo, corrupto y degenerado, el cual los ha absorbido. Este círculo vicioso continúa.

¿Cómo ve el trabajo de los diputados en el Congreso?

Veo que dan lo mínimo, no lo máximo. Es gente que no le tiene amor ni cariño a su patria, van exclusivamente por el dinero. Si hacen el mínimo esfuerzo para trabajar, es para que se note, pero de verdad, corazón y obra no se ve.

¿Qué piensa de los Q29 mil que ganan los parlamentarios?

Es un salario demasiado grande. Por lo que hacen, quizá deberían ser entre Q5 mil y Q10 mil. En el tema de leyes, solo trabajan para su interés personal, no para beneficio de la población. Me da la impresión que le están chupando hasta las últimas gotas de sangre al pueblo, cuando el pueblo ya no tiene sangre. Están viendo que somos un pueblo pobre, sobretodo en el área rural, pero ellos continúan viendo dónde puedan conseguir más.

¿Qué factores lo motivaron a seguir protestando y venir nuevamente de Quetzaltenango?

Me sorprendió ver a unos diputados, en un noticiero, hace como diez días, en una aldea de un municipio de la capital, reunidos con vecinos que querían que la aldea ascendiera a la categoría de municipio. Me dije, esas son cosas que no son de emergencia, por lo que decidí hacer otra caminata para incentivar a la gente y que no se entretenga con cosas superficiales.

¿Cómo le ha ido en este segundo viaje?

Físicamente, siempre hay agotamiento. Estoy más delgado, le corrí dos hoyitos a mi cincho, porque cumplí seis días de ayuno, por eso bajé 10 libras. Pero este acto de sacrificio lo hice para que nos incentivemos y, al mismo tiempo, sintamos que somos guatemaltecos.

¿A qué se dedica Oswaldo Ochoa?
Tengo cajones de abejas en Quetzaltenango, cosecho miel y subproductos que da la abeja. También contribuyo con la polinización de los árboles del cerro el baúl -Quetzaltenango-. Pero mi fuerte es la medicina natural, pues trato a las personas con plantas medicinales. Soy vegetariano.

¿Sus tiempos libres a qué los dedica, y cuál es la relación con su familia?
Me dedico a la bicicleta, artes marciales, yoga, levanto pesas, corro y me gusta subir montañas. Solo tengo una hermana, que vive en Escuintla. Me he casado dos veces, tengo dos hijos con mi primera esposa y un pequeño de seis años, con la última, con quien trato de compartir más tiempo. Me despido, deseando y esperando que permanezcamos unidos y que no apliquemos la violencia, porque empeoramos el país, ya que esta nunca deja nada bueno.