- El presidente de Nicaragua Daniel Ortega reiteró sus críticas a la Iglesia católica, a pocos días de que el papa Francisco expresara preocupación por el obispo nicaragüense Rolando Álvarez, condenado a 26 años de prisión por la justicia sandinista.
SAN JOSÉ, COSTA RICA — El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega criticó a las autoridades católicas y a los sacerdotes, a los que que catalogó de ser “una mafia” y acusó de apañar “crímenes”.
Sus comentarios llegaron a poco más de una semana de que el papa Francisco manifestó su preocupación por el obispo nicaragüense Rolando Álvarez, quien fue recientemente condenado a 26 años de prisión en Nicaragua.
“Yo no creo ni en los papas ni en los reyes. ¿Quién es el Papa? ¿Cuántos votos consigue el Papa entre el pueblo cristiano?, o sea, si van a hablar de democracia deberían elegir en primer lugar a los curas del pueblo”, dijo el mandatario en un discurso público en conmemoración del aniversario 89 de la muerte de Augusto César Sandino, un prócer nicaragüense que inspiró a la revolución sandinista.
“El pueblo debería elegir a cardenales y tendría que haber una votación en el pueblo católico ben todas partes para que se elija también al papa por voto directo, que sea el puelo el que decida y no la mafia que está organizada en el Vaticano”, agregó Ortega.
Grupos de derechos humanos sostienen que la condena a monseñor Álvarez en un juicio exprés no tuvo las garantías procesales.
Álvarez fue uno de los presos políticos que se negó a irse a Estados Unidos con otros 222 opositores, y un día después se aceleró su juicio en el que donde se emitió la condena.
Ignorancia y cinismo, dice religioso
El discurso del mandatario fue rechazado por varios sectores sociales y religiosos. El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, escribió en Twitter: «¡Cuánta ignorancia, cuánta mentira y cuánto cinismo! Un dictador dando lecciones de democracia; alguien que ejerce en forma ilegítima el poder, criticando la autoridad que Jesús otorgó a su Iglesia; un ateo, corrupto y criminal, confesándose inspirado por Cristo».
La cruzada de Ortega contra la Iglesia comenzó tras las protestas de 2018, en las cuales el mandatario dijo que los obispos y sacerdotes también se unieron para intentar darle un golpe de Estado a su gobierno.