El camino para Donald Trump queda más despejado ahora, ya que el senador de Florida Marco Rubio, ganó tan solo tres de los Estados en juego en las primarias presidenciales hasta el momento, pero la derrota en las primarias de su estado resultaron el golpe mortal, ya que obtuvo 0 de 99 delegados posibles.
«No está en el plan de Dios que yo sea presidente en 2016, acaso nunca», dijo Rubio a los simpatizantes del partido demócrata, luego de celebrarse el un pequeño supermartes. Además pronunció un discurso en contra de la manera de hacer divisionismo por parte de Trump, por lo que «Pido al pueblo estadounidense que no ceda al miedo, que no ceda a la frustración», afirmó.
Sin embargo su rivalidad con Trump, no parecía tan severa ya que sólo lo criticó indirectamente durante buena parte de la campaña. De hecho los señalamientos fueron en vía de criticar la moral y la ética del empresario, sin embargo todo quedó hasta ahí. Pero las en las últimas semanas las cosas cambiaron, ya que el ataque pasó de ser político a personal, aunque luego Rubio se retractó de los comentarios que fueron criticados por sus partidarios.
Esta última, el senador dedicó su tiempo y recursos, de manera general solo a Florida, donde exhortó a los electores a que detuvieran a Trump, pues a su juicio el solo quiere «secuestrar» al Partido Republicano. Su preocupación llegaba tan lejos, al punto de pedir a sus partidarios en Ohio para votar por el precandidato John Kasich, gobernador de ese estado, pues contaba con posibilidades reales de ganar ahí.
«Nuestra desilusión hoy no es culpa de ustedes sino mía», dijo a sus partidarios esa noche. Marco Rubio estuvo cerca de ganar en Carolina del Sur, donde quedó segundo después de Trump al igual que Nevada. Mientras en Minnesota, Puerto Rico y Washington DC, logró obtener resultados favorables, pero hoy fue el cierre de campaña, tal vez de su carrera política.