El golpe de Estado perpetrado este lunes en Birmania por el Ejército, que detuvo a la jefa de facto del gobierno civil, Aung San Suu Kyi, y a otros dirigentes, suscitó una avalancha de condenas en todo el mundo.
Ante la noticia de la detención de importantes miembros del partido gobernante, la Casa Blanca se mostró «alarmada» por las detenciones en el país, y la secretaría de Prensa, Jen Psaki, explicó que al presidente estadounidense, Joe Biden, le informó de la situación el secretario de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
Desde el Gobierno de Estados Unidos urgen al Ejército y a todas las partes a «seguir las normas democráticas y el Estado de Derecho», así como a liberar a los detenidos, ya que el país «se opone a cualquier intento de alterar el resultado de las recientes elecciones o de impedir la transición democrática de Myanmar, y tomará medidas contra los responsables si estos pasos no se revierten», añadió.
El secretario de Estado, Antony Blinken, pidió por su parte al ejército birmano «liberar a todos los responsables del gobierno, así como a los dirigentes de la sociedad civil y a respetar la voluntad del pueblo de Birmania, tal y como se expresó en las elecciones democráticas del 8 de noviembre».
La ONU
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó «firmemente» el domingo por la noche el arresto por el ejército de Aung San Suu Kyi y de otros dirigentes políticos.
«La declaración de transferencia de todos los poderes legislativos, ejecutivos y judiciales a los militares (…) representa un duro golpe a las reformas democráticas en Birmania«, añadió.
La Unión Europea
La Unión Europea (UE) condenó «enérgicamente» este lunes el golpe de Estado militar en Birmania y la detención de varios miembros de su Gobierno, y defendió la transición democrática iniciada en el país en el 2011 tras casi medio siglo de dictadura militar.
«Condeno enérgicamente el golpe de Estado en Myanmar (Birmania) y pido a los militares que liberen a todos los los detenidos ilegalmente en redadas por todo el país», tuiteó el presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, quien instó a «respetar el resultado de las elecciones y restablecer el proceso democrático».
En parecidos términos se expresó el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, en su cuenta en la red social Twitter: «Condeno enérgicamente el golpe de Estado llevado a cabo por los militares de Myanmar y pido la liberación inmediata de los detenidos».
«Los resultados de las elecciones y la constitución deben ser respetados. El pueblo de Myanmar quiere la democracia. La UE está con ellos», añadió el jefe de diplomacia de la Unión Europea.
Poco después, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, retuiteó el mensaje de Borrell y añadió la misma expresión de condena «enérgica».
«El gobierno civil legítimo debe lo deberán de restaurar de acuerdo con la constitución del país y las elecciones de noviembre», reclamó la jefa del Ejecutivo comunitario, al tiempo que pidió «la liberación inmediata e incondicional de todos los detenidos».