Por Alejandra Marroquín Rey Rosa
Carlos Salvatierra habla sobre importancia de proteger los ríos. Movilización ciudadana permitió el rescate hace un año.
El río Madre Vieja tuvo alguna vez un caudal importante, pero la falta de visión provocó gran daño ecológico, el cual hizo que durante 25 años, en la época seca, ni siquiera alcanzara el agua para llegar a su desembocadura en el mar. Desvíos de la cuenca, abuso en la utilización del agua y ninguna medida de protección, fueron parte de la causa.
En esta entrevista conversamos con Carlos Salvatierra, ecologista, miembro de la Coordinadora Guatemalteca para la Defensa de los Manglares y la Vida y de la Escuela de Pensamiento Ecologista SAVIA-, quien nos comparte su visión sobre la Costa Sur y el proceso de liberación del río Madre Vieja, un caso emblemático que inspiró una de las movilizaciones más grandes en Guatemala por la causa ambiental: La Marcha por el Agua.
La Costa Sur es una región muy productiva, pero también ecológicamente degradada. ¿Cuál es su importancia, aún queda algo por rescatar?
A pesar de ser una región altamente degradada la costa sur de Guatemala aún es una región con mucha riqueza natural, por su clima pero también por sus suelos de origen volcánico. Posee ecosistemas que podemos definir como estratégicos pero en grave peligro de desaparecer, entre ellos los bosques de manglar, los bosques de ribera y los que se encuentran en la cadena volcánica; estos últimos en especial son importantes para la captación de las aguas.
Además un elemento clave es que está bañada por numerosos ríos, parte de la vertiente del Pacífico y nacen en la parte alta de las montañas y la cordillera volcánica. Las aguas de los ríos llevan vida, sustentan complejas y delicadas cadenas ecológicas, importantes hábitats de especies de plantas y animales, la salud de las pesquerías locales depende de la calidad y cantidad de las aguas y de ellas dependen también cientos de comunidades pesqueras que subsisten de la pesca. Los manglares son uno de los ecosistemas más amenazados, con un poco más de 17,000 hectáreas podemos decir que son ya un ecosistemas en proceso de extinción en el país.
Los manglares deben protegerse.
¿Cuál es la situación de los ríos de la Costa Sur?
En general los ríos del Pacífico son cortos, en promedio de unos cien kilómetros de longitud desde donde nacen hasta desembocar al mar. Los ríos son importantes para las poblaciones humanas pero también para la diversidad de especies. Pero en la época seca, no todos los ríos llegan al mar, la mayoría son desviados por las plantaciones de caña de azúcar, palma africana y banano con graves impactos para las poblaciones humanas, la diversidad de especies y los ecosistemas.
Lastimosamente el desvío de los ríos es una práctica común por parte de las agroindustrias, muchas de ellas han implementan el riego por inundación. No podemos negar que otro problema es la contaminación, la falta de un manejo adecuado de las basuras y las aguas residuales por parte de los municipios, los vecinos y también de las industrias ha convertido muchos de los ríos en basureros y desagües, es triste porque toda esa basura, principalmente plásticos, tarde o temprano llegará hacia el mar.
Se dice que el río Madre Vieja durante 25 años no llegaba al mar ¿cómo fue el proceso de su liberación?
El caso del río Madre Vieja es ejemplar e inspirador. Muchos de los testimonios de las personas ya mayores indican que durante 25 años, en la época seca, el río no llegaba a su desembocadura. Durante años varios líderes denunciaron el caso ante diferentes instancias, tal vez la denuncia más antigua fue hecha en el año 85, ante el Ministerio de Agricultura.
Es importante mencionar que antes de las jornadas de liberación, las comunidades, además de denunciar, intentaron buscar soluciones con la municipalidad, gobernación y el Ministerio Público, pero las soluciones nunca llegaron. El 7 de febrero del 2016 se tuvo una reunión con varias instancias, autoridades, representantes de las agroindustrias y las comunidades, se acordó que las agroindustrias quitarían varios de los desvíos a lo largo del río y se definió una inspección para el día 9 de febrero para verificar estas acciones. El día de la inspección se comprobó que no había ningún cambio, no se había tomado ninguna medida para solucionar el problema y es en ese momento es cuando cientos de pobladores del municipio de Nueva Concepción en Escuintla con sus propias manos, con piochas y palas abrieron diques y las represas construidas de manera ilegal con el único fin de que las aguas del río fueran liberadas y llegaran hacia el sistema de manglares en su desembocadura. Luego de varias jornadas lo lograron el 14 de febrero hace un año luego de cinco días de ser liberado, las aguas del río llegaron al mar.
Pasaron 25 años para que el río fuera liberado ¿por qué tanto tiempo?
Por varias razones. Una es que el tema ambiental en Guatemala, a pesar de su importancia, aún no es una prioridad. Las instituciones de gobierno encargadas de estos temas no tienen voluntad política para resolver los casos de conflictividad, más aún cuando hay muchos intereses detrás. No hay un monitoreo constante por parte de los ministerios de Ambiente y Agricultura hacia las agroindustrias, no se aplica la ley y no se supervisa. La acción de las comunidades logró hacer cumplir un derecho que les había sido violado, porque las instituciones no cumplieron con su papel.
Otro factor importante en este caso fue el respaldo del alcalde hacia el pueblo. El alcalde fue el primero que tomo la iniciativa de monitorar los desvíos. Recuerdo que el día de la primera liberación fue él el primero que cruzo el río y pedir a un motorista que manejaba una retroexcavadora del grupo HAME (Palma africana) que cerrara el desvío construido de manera ilegal. El alcalde también participó en la Marcha por el Agua, recibió junto a su pueblo a la vertiente humana que venía ya cansada desde el río Suchiate en la frontera con México.
La liberación del río Madre Vieja inspiró a otras comunidades, pero también a la Marcha Por el Agua, ¿cuáles fueron los logros de esa marcha?
La Marcha por el Agua, tal vez sea la movilización más grande que ha habido en Guatemala por un tema ambiental. Más de 35,000 personas de todas partes del país se sumaron a la convocatoria hecha por organizaciones sociales. Uno de los logros más importantes de esa marcha fue colocar en la opinión pública y lograr que los medios de comunicación pusieran la atención sobre un tema vital. El otro logro fue movilizar a la ciudadanía a expresar su interés por el agua, desde personas que venían de los manglares en la costa sur, hasta pobladores de Petén, las Verapaces y también de la ciudad. Recuerdo que había carteles de vecinos de las zona 15 que exigían una mejor calidad del agua. Se movilizo a muchas personas de la ciudad que muchas veces no tienen la misma conciencia sobre el recurso como en el interior del país. También se creó desde el Congreso, una comisión para los acuerdos de la marcha, pero no siempre los políticos tienen interés en resolver los problemas, los resultados no fueron como se esperaban, incluso en marzo del año pasado, 70 diputados votaron en contra de una propuesta que buscaba una penalización más fuerte para quienes desviaran los ríos.
Dentro de las acciones de las organizaciones sociales y las comunidades se construyeron una serie de principios para la defensa del agua, estos recogían los puntos irrenunciables sobre el agua, ante la posible aprobación de una ley. Uno de los más importantes es que las aguas son un bien común y que no pueden ser privatizadas ni consideradas como una mercancía.
Luego de un año ¿cuál es la situación del Madre Vieja?
Después de un año el Ministerio Público no ha logrado una sanción para quienes desvían los ríos, pareciera que el caso se quedo en la fase de investigación, incluso a los denunciantes nunca nos llamaron para tener un careo con las agroindustrias. Los ofrecimientos que hizo el Ministro de Ambiente MARN también se quedaron en promesas, recordemos que en varias conferencias de prensa el ministro insistía en que se castigaría a quienes cometieran el delito de desviar los ríos, incluso fue una noticia muy sonada el que el MARN interpusiera una denuncia ante el MP por estos casos. La gobernadora de Escuintla ha convocado este 14 de febrero, (fecha del aniversario en el que el río llego al mar) a una reunión de seguimiento; yo me he alejado un poco del caso, pero en lo personal no tengo muchas esperanzas sobre los acuerdos de la mesa. En lo local, las comunidades continúan vigilantes y hasta la fecha, aunque poca, el agua del río sigue llegando al mar
Artículos constitucionales sobre las aguas:
ARTICULO 127.- Régimen de aguas. Todas las aguas son bienes de dominio público, inalienables e imprescriptibles. Su aprovechamiento, uso y goce, se otorgan en la forma establecida por la ley, de acuerdo con el interés social. Una ley específica regulará esta materia.
ARTICULO 128.- Aprovechamiento de aguas, lagos y ríos. El aprovechamiento de las aguas de los lagos y de los ríos, para fines agrícolas, agropecuarios, turísticos o de cualquier otra naturaleza, que contribuya al desarrollo de la economía nacional, está al servicios de la comunidad y no de persona particular alguna, pero los usuarios están obligados a reforestar las riberas y los cauces correspondientes, así como a facilitar las vías de acceso.
El Ministerio Público inicio una serie de investigaciones, fueron al área varias veces a tomar declaraciones y pruebas y pidieron a líderes locales ratificar la denuncia, esta se ratifico pero hasta hoy en día el caso no ha avanzado y no se ha deducido ninguna responsabilidad a los acusados.