Ranulfo Rojas asume presidencia del TSE bajo investigación del MP por falsificación
Ranulfo Rojas, asumió este miércoles la presidencia del Tribunal Supremo Electoral (TSE), pero lo hace en medio de una investigación iniciada por el MP ante las denuncias en su contra, por haber sido postulado para el cargo de magistrado del máximo órgano electoral, utilizando un título falso, como confirmaron fuentes de la Universidad Da Vinci.
El nuevo presidente del TSE dijo en su discurso de toma de posesión que haré cumplir la ley, sin haber aclarado hasta el momento una publicación del diario elPeriódico, la cual muestra, con declaraciones de personeros de la Universidad Da Vinci, que al momento de presentarse como aspirante al cargo de magistrado, documentó un título de doctorado, que no existe en los registros universitarios.
El MP abrió una investigación de oficio, por lo que la fiscalía podría solicitar en cualquier momento el antejuicio contra el funcionario electoral. Junto a Rojas es señalado del mismo delito el magistrado suplente del TSE, Marco Antonio Cornejo Marroquín, quien presentó un título, igualmente falso de la misma universidad, solo que de una maestría.
Rojas y Cornejo Marroquín presentaron sus títulos falsos cuando no habían concluido los cursos en la Universidad Da Vinci. El exdecano de Derecho de dicha Universidad, Juan Carlos Rodil Quintana, quien formó parte de la Comisión de Postulación, incurrió en delitos de falsificación al validar la documentación que sabía no era cierta.
Nuevo escándalo
Este es un nuevo escándalo que se mantiene en torno al oficialismo y sus aliados, que han logrado el control de la Corte de Constitucionalidad (CC), y mantiene el mismo control sobre la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Uno de los mecanismos que los grupos cercanos al oficialismo han utilizado en las comisiones de postulación, es lograr la influencia suficiente para poder manipular la selección de los aspirantes a magistrados, que luego aprueba la alianza oficialista en el Congreso.
En la alianza oficialista se considera al TSE como vital para impedir que se pueda promover una auténtica reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, además de tener el control de los partidos vigentes. De ellos depende la cancelación o noi de los partidos que infringen las leyes.
En este momento hay varios partidos, que forman parte de la alianza oficialista, y que no han sido cancelados ni sancionados.
Este escándalo acompañará ahora al presidente del TSE, aunque depende en gran medida de la presión del MP, otra de las instituciones que se vincula con el oficialismo.