¡Chorreadas!

La Red

 

 

 

Por Crispino Picón Rojas

Metidas de pata, hacer mal las cosas, decir algo innecesario que ofende…

De los gobiernos transitorios no se debe esperar demasiado, mucho menos cuando el tiempo que estarán en el poder es de tan solo unos meses. De hecho, se trata de mantener la peña y pasarle la estafeta al siguiente gobierno sin tantos problemas.  Lo que sí es importante –para el registro de la historia– es no cometer pequeñas o grandes ¡chorreadas!, porque pueden borrar de un plumazo lo bueno que pudo haberse hecho.

En esto último no se ha cuidado mucho el presi Alejandro Maldonado, quien tomó malas e innecesarias decisiones en los últimos días de 2015. Según me cuentan, a la que tampoco le ha ido bien con eso de las ¡chorreadas! es a la ministra de Gobernación, Eunice Mendizábal, porque resulta que la gente de Soy 502 le sacó un montón de nombramientos de familiares y la hicieron quedar muy mal por la falta de transparencia.

De acuerdo con mis fuentes de todo crédito, la funcionaria está muy nerviosa porque le agarraron solamente una parte de sus familiares y amigos nombrados, ya que al estilo de Jorge Serrano llegó al cargo con el fin de terminar con la pobreza del país, principiando por su propia familia, ¡por supuesto!

Volviendo al Señor Presidente, pues resulta que se le cayó el peltre con el tema de los salarios mínimos… y más mínimos  –los famosos diferenciados–, porque no le gustó que no acataran una orden suya, y al mejor estilo despótico ordenó la destitución del pobre viceministro de Trabajo, Marlon García, a quien mandó a freír cacahuates por no firmar el respectivo acuerdo.

Lo simpático de todo es que Maldonado fue el único magistrado de la CC que no estuvo de acuerdo con el fallo de esa Corte en contra de ese tipo de salarios el año pasado. El camino que encontró para dejar contentos a sus mero cuates empresarios fue hacer, por acuerdo gubernativo, lo que la CC botó hace poco. Una ¡chorreada!  más que innecesaria, porque de todos modos se impondrá que le den marcha atrás a esta medida y solamente le puso una mancha a su breve gestión.

Resulta que La Red de mis colegas meseros estuvo demasiado activa este fin de año y también pudo comprobar que por más ¡chorreadas! que hacen algunos diputados, aspiran con seguir el mismo tren de corrupción, tráfico de influencias e ineptitud que tuvieron en 2015… Y, por supuesto, no quieren dejar así nomás el poder que les ha dado ser de la casta política dominante que ha sumido al país en mayor pobreza.

Me cuentan que los diputados depurables  y con procesos, encabezados por Gudi Rivera, se reunieron en el privado de un restaurante de pomada, para hablar de la estrategia que llevarán a cabo con tal de asumir sus curules y seguir mamando de la vaca del Estado. Lo primero, hicieron números y estiman que pueden hasta tener una bancada de 11 dipucacos, a la que, por supuesto, se pueden sumar un centenar  más adelante con fines comunes.

Por el momento, lo importante para ellos es la estrategia de retrasar o impedir que procedan los antejuicios en su contra. La que llevaba la voz cantante en la reunión era la famosita Delia Back  –que a saber con quién parará en el futuro–. Ella les dijo: Aún tenemos contactos en los tribunales y hay que activarlos. Según parece, hasta están dispuesto a llegar a las amenazas contra jueces y magistrados, a quienes dicen les podemos sacar sus trapos shucos también.

Otros de los que llegaron a la reunioncita fueron las joyas de Mario Rivera, Jaime Martínez Lohaiza, Baudilio Hichos y Fidel Reyes. Dicen que hubo dos más, pero no fueron bien identificados por mis colegas.

Lo que sí es claro es que a estos cuates les pelan las ¡chorreadas! que han hecho y están dispuestos a seguir haciéndolas cueste lo que cueste.

Y finalmente se supo que estuvo por estos lares nada más y nada menos que Manuelito Baldizón, quien todavía no reconoce que hizo un montón de ¡chorreadas! durante la campaña electoral y está pensando en su retorno, pero aún no se decide si lo hará con otro partido, con el maltrecho Líder o simplemente como ciudadano –que es lo que más le gusta–, para que varios grupos le pidan que vuelva a la política.

Lo que sí es que, con ¡chorreadas! o sin ellas, este 2016 promete tener entretenida a mi Red de colegas meseros. Por ahora, yo solo le digo ¡salud! y que Dios nos agarre confesados.