París, Francia | AFP |
El centrista Emmanuel Macron encara reforzado la recta final de la campaña por la presidencia de Francia, tras salir mejor parado del duro debate televisivo frente a la ultraderechista Marine Le Pen, cuya estrategia agresiva fue comparada a la de Donald Trump.
Jamás un debate entre candidatos presidenciales en Francia había sido tan virulento. Durante casi dos horas y media, Macron y Le Pen intercambiaron el miércoles por la noche insultos y palabras durísimas.
El exministro de Economía llamó «parásito» a la líder de la extrema derecha, quien lo acusó a su vez de ser «complaciente» con el fundamentalismo islamista. Ambos se tacharon varias veces de «mentirosos», delante de más de 16 millones de telespectadores.
De forma casi unánime, la prensa francesa lamentó la falta de fondo en un debate en el que ambos candidatos estaban llamados a detallar sus programas antagónicos y que cada uno defiende como la receta para hacer frente al declive económico y político de esta potencia mundial.
Un sondeo de la cadena francesa BFMTV mostró que 63% de los telespectadores hallaron que Macron fue el «más convincente» de los dos candidatos.
La cifra es similar a las encuestas sobre la intención de voto de la segunda vuelta del domingo, por lo que el debate reforzó la condición de favorito del exbanquero, de 39 años.
– «Despertar» a los franceses –
Marine Le Pen «trumpetizó» el debate, opinó este jueves el diario en línea Mediapart, en alusión a Donald Trump, cuyo talante agresivo marcó su campaña contra Hillary Clinton. La estrategia consistió en «alternar insinuaciones, controversias y fórmulas de choque con cierta agresividad».
La líder ultraderechista es la «émula» de Trump, al «multiplicar como el presidente estadounidense las insinuaciones engañosas», escribió en un editorial el diario Le Monde.
Le Pen, de 48 años y líder del Frente Nacional (FN), juzgó por su parte el jueves que el combate verbal había «sacudido un poco los códigos» del debate, un ritual entre las dos vueltas de las presidenciales francesas.
«Era importante despertar a los franceses», «hacer caer la máscara» para demostrar que Macron «no es un hombre nuevo», sino que «sale del gobierno» del socialista François Hollande, de quien fue ministro dos años, dijo.
Había que «debatir» con Le Pen, «aunque nos ensuciáramos un poco», reaccionó Macron, quien aceptó participar en el debate, a diferencia del conservador Jacques Chirac en 2002, cuando se calificó a la segunda vuelta junto al padre de la actual candidata y entonces líder del FN, Jean-Marie Le Pen.
«No logramos torcer el cuello a todas las mentiras pero aniquilamos algunas», dijo el candidato de ¡En Marcha!, un movimiento creado hace apenas un año.
Macron es un defensor de la globalización y cree que Francia solo puede enderezarse en el marco de una mayor integración europea, incluida económica.
Le Pen en cambio aboga por celebrar un referéndum sobre la salida de la UE, volver al proteccionismo y cerrar Francia a los inmigrantes.
Jean-Marie Le Pen critica el desempeño de su hija
– El papel de la abstención –
Una de las incógnitas de estas elecciones es la abstención, que podría ser 10% puntos superior a las últimas de 2012, cuando fue de casi 20%.
Buena parte del electorado del izquierdista Jean-Luc Mélenchon (19,6% de los votos en la primera vuelta), rechaza elegir entre «la peste» y el «cólera».
Una consulta realizada en internet arrojó que 36% de los militantes de Francia Insumisa, su plataforma, escogieron el voto en blanco o nulo y 29% la abstención, mientras que 35% votarán por Macron.
El ex primer ministro francés Manuel Valls, socialista, llamó el jueves a hacer frente a Le Pen, interpelando a quienes «todavía dudan» para que «asuman sus responsabilidades».
El portavoz de la Francia Insumisa, Alexis Corbiere, estimó que el debate «no había cambiado las cosas».