California prohibirá a partir de 2035 la venta de autos nuevos con motores a gasolina o diésel, según una orden del gobernador Gavin Newsom que forma parte de una estrategia para combatir el calentamiento global.
«Este es el paso más impactante que nuestro estado puede dar para combatir el cambio climático», dijo el gobernador demócrata en un comunicado en el que destacó que el muy desarrollado sector transporte es responsable de más de la mitad de las emisiones de carbono en este estado, quinta economía mundial.
Contaminación
«Durante demasiadas décadas, hemos permitido que los autos contaminen el aire que respiran nuestros niños y familias», añadió.
«Los californianos no deberían preocuparse si nuestros autos les dan asma a nuestros niños. Nuestros autos no deberían empeorar los incendios forestales (…) Los coches no deberían derretir los glaciares o elevar el nivel del mar amenazando nuestras apreciadas playas y costas».
La orden ejecutiva pide a una agencia dedicada a temas del aire en California que desarrolle una legislación para que todos los coches que se vendan en el estado a partir de 2035 sean de «emisión cero».
En otras palabras, se venderán solo vehículos que funcionan con electricidad e hidrógeno y algunos híbridos, lo que implicaría una reducción de los gases de efecto invernadero de 35% y de las emisiones de óxido de nitrógeno de 80%.
Esto no impedirá que los californianos tengan vehículos con motor de combustión interna o que los revendan en el mercado de segunda mano, según esta declaración que según Newsom, promoverá la innovación en el sector automotor y ayudará a bajar los precios de los vehículos limpios.
Según expertos de la industria, se espera que se vendan más de 1,6 millones de estos vehículos en 2020.
La costa oeste de Estados Unidos, y California en particular, recibe de desde el mes pasado el azote de gigantescos incendios que dejan más de 30 muertos y miles de edificaciones destruidas.
Según el consenso científico, la escala excepcional de estos incendios forestales está en parte vinculada al cambio climático, que ha agudizado la sequía crónica y las condiciones meteorológicas extremas.
Durante una visita al norte de California, el presidente Donald Trump, que ha expresado escepticismo sobre el cambio climático, dijo entonces: «no creo que la ciencia sepa realmente».