El mercado laboral siguió hundiéndose en junio y julio en el Reino unido debido a la pandemia de covid-19, con menos personas empleadas y un aumento de la pobreza y la precariedad.
El Reino Unido perdió 730,000 trabajadores entre marzo y julio, su peor caída desde la crisis financiera de 2009, indicó este martes el Instituto Nacional de Estadísticas (ONS, por sus siglas en inglés) británico.
En cambio, la tasa de desempleo se mantuvo en 3.9% para el periodo de abril a junio, cerca de su nivel más bajo en 45 años, pues 9,6 millones de personas –desde agosto, según el gobierno– contaron con un paro técnico.
El ONS precisa que los trabajadores más jóvenes o de más edad, así como los que ejercen una actividad manual, fueron los más afectados por la pérdida de un trabajo remunerado.
Entre los que no trabajaban en junio, 300,000 no recibían ningún ingreso, y a principios de julio 2,7 millones de personas estaban inscritas para recibir indemnizaciones de desempleo o bajos ingresos.
Estas cifras auguran un aumento de la pobreza en Reino Unido, y aún más con una caída del nivel de los salarios desde marzo, según la ONS.
También se espera un recrudecimiento de la precariedad, con un número «récord» de contratos de «cero horas«, sin garantía de un horario mínimo y con poca o ninguna protección social. Eran más de un millón de personas de abril a junio, es decir un 17% en un año.
Para la consultora Capital Economics, «las evidentes fallas en las últimas cifras del informe sobre el mercado de trabajo deberían colapsar pronto, con una tasa de paro que debería subir un 3.9%, a alrededor del 7% para mediados de mayo de 2021″.
El centro de reflexión CEBR añade que «lo peor está por llegar, con el fin próximo del desempleo parcial». La retirada de estas subvenciones comienza en agosto y se prolongará hasta finales de octubre.
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Recesión histórica
Señal de los actuales recortes drásticos de personal, los grandes almacenes Debenhams anunciaron el martes una supresión de 2,500 empleos.
El único punto positivo son las ofertas de empleo, que aumentaron 10%, a 370,000, en el periodo de mayo a julio, así como las ventas minoristas, que en junio aumentaron un 4.3% en un año, según la federación del sector BRC.
Y en agosto, más de 10,5 millones de personas, según el Tesoro británico, se beneficiaban del programa de subvenciones de comidas, lanzado por el ministro de Finanzas Rishi Sunak, para estimular las finanzas de los restaurantes y pubs, uno de los sectores más castigados por los tres meses de confinamiento.
Los economistas observan ahora las cifras del PIB del segundo trimestre, esperadas para el miércoles, y que deberían confirmar que el Reino Unido atravesó una recesión histórica en la primavera boreal debido al parón de la actividad.
El ONS indicó en su primera estimación una contracción del 2.2% del PIB en el primer trimestre, seguida de un hundimiento histórico del 20.4% en abril y una ligera subida del 1.8% en mayo. En comparación, Estados Unidos, Alemania o Francia registraron una contracción del 9.5%, 10.1% y 13.8% respectivamente en el mismo periodo.