Bukele acepta que Trump envíe delincuentes estadounidenses a sus cárceles

  • Conversación entre los dos presidentes en la Casa Blanca se escucha por medio de un micrófono abierto y revela intención de Trump.

“Los criminales locales —estadounidenses— son los siguientes. Los locales son los próximos, tendrás que construir unas cinco cárceles más”, le dice el presidente Donald Trump al mandatario salvadoreño Nayb Bukele, quien prontamente le responde: “Sí, tenemos espacio”.

Esa conversación informal entre Trump y Bukele fue captada por error por un micrófono abierto durante la visita del presidente centroamericano el lunes a la Casa Blanca, desatando controversia por su contenido y tono.

Según reportes de CNN en Español y otros medios como El País y The Washington Post, el incidente ocurrió tras una conferencia en la que ambos líderes se reunieron para discutir temas migratorios y de seguridad. Sin percatarse de que los micrófonos seguían encendidos, se escuchó a Trump elogiar el modelo penitenciario de Bukele y preguntar si Estados Unidos podría enviar algunos de sus delincuentes convictos a cárceles salvadoreñas.

Bukele respondió con tono cordial y aparentemente receptivo, lo que generó reacciones mixtas. Poco después, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, confirmó que El Salvador había aceptado, en principio, recibir a ciertos inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales en cárceles salvadoreñas como parte de un nuevo acuerdo de cooperación bilateral.

Trump reiteró su postura durante una entrevista que se emitió este martes, diciendo que “le encantaría” deportar a criminales estadounidenses a El Salvador.

“Los llamo criminales locales”, dijo Trump a la presentadora de Fox News, Rachel Campos-Duffy, en una entrevista grabada el lunes en la Casa Blanca. “Estamos investigando y queremos hacerlo. Me encantaría hacerlo”.

La noticia ha provocado una ola de críticas de organizaciones defensoras de derechos humanos, que cuestionan la legalidad y ética de dicho acuerdo, especialmente dado el historial de denuncias por abusos y condiciones inhumanas en el sistema carcelario salvadoreño, particularmente en la megacárcel del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT).

Aunque Bukele no ha hecho declaraciones oficiales posteriores al incidente del micrófono abierto, su administración ha reiterado que El Salvador está dispuesto a colaborar con EE.UU. en materia de seguridad y combate al crimen transnacional, recibiendo deportados con antecedentes penales, aunque se hablaba solamente de migrantes indocumentados.

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