Bolivia recibe el año nuevo indígena 5527 con ritual en Tiwanaku

Tiwanaku, Bolivia

Dos mil personas levantaron las palmas hacia el sol este viernes cuando caían sus primeros rayos sobre el complejo religioso preincaico de Tiwanaku, durante las ceremonias para celebrar el año nuevo indígena 5527, feriado nacional en Bolivia.

Al complejo, el más importante sitio arqueológico de Bolivia, acudió también el presidente Evo Morales y varios ministros para participar de los rituales ancestrales. 

Para el mandatario aymara, el lugar tiene un fuerte simbolismo, pues allí hizo un inédito ritual el 20 de enero de 2016, un día antes de asumir el poder, para pedir a los dioses indígenas sabiduría para gobernar el país.

El termómetro estaba plantado en menos tres grados centígrados, un viento frío soplaba y los asistentes esperaron para ver como aclaraba el cielo, mientras sobre los cerros se veían las primeras luces.

Entre tanto se esperaba la salida del astro rey, se realizó un ritual dirigido por varios chamanes aymaras para agradecer la llegada del «machaq marka» o año nuevo y para pedir al «tata-inti» (padre sol) y a la «pachamama» (madre tierra) sus bendiciones para los próximos 365 días.

Cerca del templete semisubterráneo de Tiwanaku, las autoridades nativas armaron una pira con leña para quemar las ofrendas (dulces, raíces de plantas y hierbas) para las deidades indígenas.

El presidente Morales y sus ministros de Relaciones Exteriores, Diego Pary, y de Cultura, Wilma Alanoca, colocaron crías de llamas muertas sobre el altar de ofrendas.

Otro chamán, mientras realizaba ruegos en idioma aymara, rociaba alcohol para encender la pira, seguido de expresiones de regocijo: «¡Jallalla! ¡jallalla!, una expresión de esperanza aymara que quiere decir «vida y salud».

El 21 de junio coincide con el solsticio de invierno en el hemisferio sur, cuando el sol está más alejado de la tierra. En aymara se llama «Willka Kuti» o «retorno del sol».

Jallalla tata-inti

El reloj marcaba las 07H18 en Bolivia (11H18 GMT), cuando cayeron sobre Tiwanaku los primeros rayos de sol. Los gritos eran más fuertes y entusiastas: «¡Jallala hermanos! ¡jallalla ‘machaq marka’! ¡jallalla tata-inti! ¡jallala Kollasuyo!» (el nombre de una de las cuatro regiones que formaba el imperio incaico).

«Cuando sale el sol sentimos la energía», dijo a la AFP la comerciante Cristina Flores, quien por primera vez participó del ritual en Tiwanaku, una de las más longevas culturas en América, que se extendió durante 15 siglos, desde el 400 a.C. al 1172 d.C.

También estaba Elizabeth Quispe junto a su familia. «Estamos recibiendo un año nuevo más con muchas energías positivas, con el sol uno tiene que cargarse de energías positivas y deseamos salud», dijo a la AFP.

Casimiro Mamani tenía el rostro feliz: «Estamos recibiendo al astro rey, para que el rey nos dé energía y prosperidad», «energía para mi cuerpo para que me sirva todo el año»

Energía para servir al pueblo

El mismo Morales, quien también levantó las manos hacia el sol, dijo que «estar en Tiwanaku es como siempre: darnos mucha energía mucha fuerza para seguir sirviendo al pueblo boliviano». 

El mandatario va a la reelección en los comicios del próximo 20 de octubre por nuevo periodo de cinco años hasta 2025, en medio de denuncias de la oposición que considera su candidatura como ilegal, por desconocer un referendo que en 2016 que rechazó un eventual cuarto mandato, aunque el oficialismo hizo que el Tribunal Supremo avalara ese empeño.

En todo el país se realizaron similares ceremonias para celebrar la llegada del año nuevo 5527, cuyo cálculo resulta de la suma de los cinco ciclos, cada uno de mil años, de historia social de los pueblos originarios hasta que Cristóbal Colón llegó al Abya Yala (América) en 1492.

Esos cinco mil años más los 527 desde el arribo de los españoles al continente, suman los 5527 años.