El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha calificado como «productivo» el encuentro con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en el que ha llamado a favorecer la cooperación entre ambos países frente al conflicto. Ha adelantado que si no logran avanzar en la agenda bilateral que han establecido «en tres o seis meses», podrían volver a reunirse.
En una rueda de prensa, Biden ha explicado que durante la reunión ha trasladado a Putin que la agenda de su Administración «no es contra Rusia», sino para defender «al pueblo estadounidense». Además, ha añadido que tras la cumbre considera que «hay una perspectiva genuina de mejorar significativamente» las relaciones bilaterales.
Prueba
Los próximos meses, por tanto, serán una «prueba» para comprobar si la reunión de este miércoles ha servido para acercar posturas, mientras que el jefe de la Casa Blanca ha indicado que «el tono de la reunión ha sido muy productivo y positivo», a pesar de que hay algunos puntos «en los que no estuvimos de acuerdo», que sin embargo no han producido tensión entre ambos.
En relación a la importancia de este encuentro cara a cara, Biden ha explicado que era necesario reunirse en persona con su homólogo para «que no pudiera haber errores o tergiversaciones sobre lo que se quería comunicar».
«Hice lo que vine a hacer», ha añadido, tras lo que ha enumerado los logros de la reunión, «identificar áreas de trabajo práctico» para promover el interés mutuo, «comunicar directamente que Estados Unidos responderá a acciones que perjudiquen» sus intereses o los de sus aliados y «exponer claramente las prioridades y valores» del país.
Sobre la postura de Moscú, Bien ha aseverado que «lo último que quiere ahora (Putin) es una Guerra Fría», no «la está buscando», aunque el presidente ruso sigue preocupado porque Estados Unidos busque «derribarlo». No obstante, estas preocupaciones «no creo que sean la fuerza motriz en cuanto al tipo de relación que está buscando con Estados Unidos», ha matizado Biden.
Navalni, DDHH y ciberseguridad
En relación a los Derechos Humanos, y en referencia al caso del opositor ruso encarcelado Alexei Navalni, Biden ha comunicado a Putin que «no se trata solo de perseguir a Rusia cuando violan los Derechos Humanos, se trata de quiénes somos», por lo que seguirá planteando «cuestiones de libertades fundamentales».
En este sentido, ha advertido de que «las consecuencias» de una hipotética muerte de Navalni «serían terribles para Rusia». Otro de los principales temas sobre la mesa era los detenidos estadounidenses en Rusia, Trevor Reed y Paul Whelan, sobre el que Biden se ha comprometido a «dar seguimiento».
Biden ha confirmado la información que había proporcionado el propio Putin en rueda de prensa tras la cumbre de que los embajadores ruso y estadounidense volverán a sus puestos diplomáticos, después de abandonar Moscú y Washington en abril, tras una batería de sanciones impuestas desde la Casa Blanca.
- Mientras que en el campo de la ciberseguridad, y tras los recientes ataques a infraestructura cibernética estadounidense que han desencadenado una escalada de tensiones entre ambas naciones, Biden ha indicado que ambos mandatarios han coincidido en encomendar a sus expertos «trabajar en entendimientos específicos sobre lo que está fuera de los límites y dar seguimiento a casos específicos».
Líderes
A pesar de este aparente entendimiento, el presidente estadounidense ha advertido de que «si violan sus normas básicas, responderemos», además, Putin «sabe que hay consecuencias» si hay más intromisión electoral o ciberataques.
Los líderes ruso y estadounidense se han reunido este miércoles en la ciudad suiza de Ginebra, un encuentro que se ha extendido durante tres horas y media y que ha tenido lugar en un momento de creciente deterioro de las relaciones bilaterales entre ambos países. La relación entre Washington y Moscú han empeorado en los últimos meses, debido a la situación con Ucrania o el caso de Navalni, entre otros aspectos.