¡Babosadas!

(Decir mentiras, cosas sin ton ni son, expresiones tontas…)
No crean que voy a referirme solo a las ¡babosadas! de la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, como aquella charada que dijo cuando empezaron las publicaciones sobre su gigantesco y acelerado enriquecimiento: Juro por la vida de mi madre que está muerta, que nunca me he robado ni un centavo de los guatemaltecos. Por supuesto, que el destape de la CICIG confirmó todo lo que se decía de ella, y ahora está a punto de perder un montón de propiedades que se hizo de manera shuca.
Pero La Red de colegas meseros me cuenta que en estos días han escuchado muchas ¡babosadas! de funcionarios, dirigentes políticos y candidatos; eso, porque muchos se creen aún muy salsa y hay algunos –sobre todo en el Gobierno– que se atreven a proferir frases que más suenan a amenazas con el petate del muerto.
Algo que también me dicen que ha sucedido, es que después de todo lo que ha pasado, son muchas las personas que en restaurantes, recepciones y reuniones sociales, comentan que las publicaciones de El Peladero, que el Gobierno y la mayoría de sus funcionarios calificaban de ¡babosadas! han resultado totalmente ciertas, y por eso muchos de ellos están cayendo en las investigaciones de la Dama de Hierro, del MP –Thelma Aldana–; y Mr. Sherlock, versión colombiana –Iván Velásquez–
Una muy seria que me contaron, es que el ahora exministro de Finanzas, Dorval Carías, dejó el cargo porque lo que pensó que serían ¡babosadas! resultó muy cierto: resulta que le ordenaron que hiciera nada menos y nada más que una transferencia a un Ministerio, con el fin de que la platica le llegara al partido Líder, porque eso era parte de la transa que hicieron el año pasado para intentar el asalto de las cortes, algo que por cierto ahora se les empieza a revertir. Pues bien, como se negó a ordenar la transferencia, tuvo que entregar el cargo…
Como cinco de mis colegas meseros dicen tener información confiable –han parado muy bien las orejas–, de que algo que NO SON ¡babosadas! es lo que está ocurriendo con el subsidio a los buses del transporte urbano, porque parece que eso se ha vuelto un verdadero botín para empresarios, SuMuni y políticos, que se reparten el pastel a su sabor y antojo, sin que exista la menor fiscalización efectiva. Tanto, que dicen que por ahí podría salir el dinero para Líder.
Otra que no les salió bien a PP y Líder, fue el sorteo de la Pesquisidora; no porque no tuvieran el control, sino porque se les coló Nineth Montenegro, quien dijo que no permitiría ¡babosadas!, obligándolos a conocer en tiempo récord el caso de antejuicio, situación que puso contra la pared al presi Otto Pérez, ahora más conocido como el Dueño de la finca… aunque a punto de perderla.
Y volviendo a la famosa Baldetti, ella pensó que serían ¡babosadas! eso de su traslado a Santa Teresa, pero el juez Miguel Ángel Gálvez no se andaba con bromitas y su decisión fue tajante. Eso sí, está moviendo cielo y tierra para que le den todas las comodidades y comunicaciones en el centro de detención, a lo cual se empiezan a resistir las autoridades, porque temen terminar hundiéndose con La 2.
El que sí se rayó con eso de las ¡babosadas! es el flamante nuevo ministro de Economía, Ricardo Sagastume, quien se tuvo que tragar sus frases de Presidente (Otto Pérez) ladrón y corrupto –que escribió en su cuenta de Twitter–, para asumir el carguito que nadie quería, luego de que los mero meros cacifes mandaran a retirar a su alfil, Ricardo de la Torre.
Por otro lado, sobre las nada alegres elecciones, se sabe que hay un montón de candidatos presidenciales que aseguran que las encuestas son puras ¡babosadas! porque no los colocan en la posición que ellos creen que van. Bueno, estamos a pocas horas de que los guatemaltecos acudan a las urnas, y veremos finalmente si los resultados confirman las tendencias que han mostrado.
Mientras, Manuel Baldizón, Sandra Torres, Roberto González y como seis más, aseguran que las encuestas no leen la intención de voto real del país. Cosas veredes amigo Sancho…
Y para terminar, me cuentan que al presi Pérez sus asesores le dieron un montón de ¡babosadas! sobre sus posibilidades, porque primero le dijeron que la Pesquisidora no daría su conclusión antes de las elecciones. También le dijeron que no irá al bote, a lo que la Dama de Hierro y Mr. Sherlock responden ¡babosadas! Sin inmunidad, pedirán rapidito que se convierta en el primer presidente en dejar el cargo para ir al bote.
«Dejá de publicar babosadas» : así decían los funcionarios a El Peladero (elPeriódico)