- Un partido loco en el que los sudamericanos pierden una ventaja de 2-0 para tener que ir a tiempos extras y luego llegar a los tiros a doce pasos decisivos.
Cuando Países Bajos hizo recordar a la «naranja mecánica» holandesa y remontó un 0-2 para forzar los tiempos extras, parecía que la suerte de Argentina podría ser la misma de Brasil frente a Croacia y quedar fuera del Mundial. Pero no, los gauchos resistieron los tiempos extras y luego definieron el drama de en los tiros penales y están en semifinales para enfrentar a la imbatida Croacia.
La Albiceleste tuvo controlado el partido hasta el minuto 80, pero los Oranje sacaron a relucir la casta y empataron el las postrimerías, para forzar una prolongación que se jugó con drama, hasta llegar al delirio de los penales.
Los argentinos cruzaron «Rubicón» del que hablaba Alejandro Sabella y volverá a jugar los siete partidos de la Copa del Mundo. El martes se verá si logra volver a la final como en Brasil 2014, pero mientras tanto debe festejar lo que logró con tanto sufrimiento en un partido que, de tenerlo controlado, se convirtió en una auténtica pesadilla.
La primera media hora fue de estudio pormenorizado, de un lado y del otro. Posesiones largas, pocos pases arriesgados y sin situaciones claras, más allá de cierto dominio Albiceleste al hacer ancho el juego. Pero la diferencia fue, una vez más, Lionel Andrés Messi: el 10 construyó la jugada por el centro, filtró un pase que fue una daga y Nahuel Molina apareció entre la defensa neerlandesa para definir cruzado.
Con la ventaja, Argentina fue el claro dominador y los de van Gaal no encontraban ninguna manera de romper la férrea defensa, esta vez con Otamendi de líbero y el Cuti junto a Lisandro Martínez de stoppers. Y fue nuevamente con un carrilero, esta vez Acuña, quien fabricó un penal en un desborde y Leo, con la espina del penal ante Polonia, dejó parado al arquero.
Era una victoria que parecía segura, pero entonces el equipo de van Gaal se recordó del buen jugar y un gol de Werghost le puso el mismo suspenso que en el duelo de los argentinos ante Australia. Sin embargo, a diferencia de los octavos, el árbitro dio 10 minutos, inventó una falta en el borde del área y de nuevo Werghost aprovechó una jugada preparada para igualar en el minuto 100.
Ya en el alargue, poco pasó en los primeros 15, por el temor de ambos a quedarse con las manos vacías, pero el ingreso de Di María en la segunda parte revolucionó el ataque argentino y tuvo cinco chances consecutivas, con desvíos en el camino, atajadas del arquero y un palo en la última de Enzo Fernández.
En los penales, Dibu volvió a ser héroe: atajó los primeros dos remates, a Van Dijk y a Berghuis, mientras que en Argentina los metieron Messi, Paredes y Montiel. El tiro desviado de Enzo Fernández puso suspenso pero Lautaro Martínez, de errático Mundial, tuvo su redención para sellar el 4-3 y el pase a semifinales, donde ya espera Croacia, en busca de una nueva final.