Arévalo agradece a quienes protestan «plantándole cara» a la corrupción y al autoritarismo

  • El presidente electo envía mensaje por redes sociales en medio del Paro Nacional; se registran 60 bloqueos y varias manifestaciones en protesta contra MP.

El presidente Bernardo Arévalo ha enviado un mensaje de agradecimiento a todas las personas que participan o apoyan el movimiento llamado «Paro Nacional», que demanda que se respeten los resultados de las elecciones del 20 de agosto y la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, el fiscal Rafael Curruchiche y el juez Fredy Orellana.

Este viernes se completó el quinto día del movimiento de protestas iniciado por organizaciones indígenas y populares, al que este día se han sumado estudiantes de al menos tres universidades y ciudadanos de diferentes estratos sociales, como se ha visto en las diferentes manifestaciones, tanto en la ciudad capital como en los departamentos.

Arévalo escribió en un «X» (antes Twitter) que «algunos se resisten a escuchar lo que en las calles se grita, pero está claro que no estamos dispuestos a callar». El ganador por amplio margen de las elecciones del 20 de agosto ha denunciado nacional e internacionalmente que la fiscal general Consuelo Porras, el fiscal de la FECI, Rafael Curruchiche y el juez Frey Orellana, impulsan un «golpe de Estado en marcha», para impedir el cambio de gobierno el 14 de enero próximo.

Por acciones avaladas por el juez Orellana, el MP ha allanado varias veces las instalaciones del Tribunal Supremo Electoral, en busca de las pruebas que permitan probar la tesis del fiscal Curruchiche, quien ha aseguradpo que «hubo fraude» y que tiene denuncias de al menos mil ciudadanos denunciando las supuestas anomalías.

La jornada de protestas, que se inició con 28 puntos de bloqueos en diferentes carreteras, aumentó a 60, en lo que constituye la mayor movilización social de protesta en muchos años.

Arévalo sostiene que las acciones del MP pretenden no solo desconocer el resultado del voto popular, y la respuesta son las protestas, «que son parte del rechazo que siente la población ante una violación de sus derechos y principios». Insistió en que todas las protestas «deben ser pacíficas» e insistió en el agradecimiento hacia todos los participantes.

Esta ha sido la crisis más prolongada que ha enfrentado el país en su era democrática y según analistas y observadores, el riesgo que se corre «es mayor que el que se vivió con el frustrado intento de golpe de Estado de Jorge Serrano», quien pretendió eliminar el Congreso y la corte Suprema de Justicia en 1993.