- Se pretende aprovechar y fortalecer las alianzas antes de la campaña electoral; faltan algunos votos para lograr la aprobación del Presupuesto por «Urgencia Nacional».
Hoy no será una sesión «normal» en el Congreso de la República. Han pasado días agitados de negociaciones entre los diferentes bloques que forman la «alianza oficialista» en el Legislativo, en búsqueda de consensos para controlar un año más la Junta Directiva y tener un Presupuesto de la Nación que favorezca las intenciones políticas de las diferentes agrupaciones durante el año electoral que se aproxima.
«Quieren hacer del Presupuesto una piñata electoral», ha denunciado el diputado de oposición Aldo Dávila, convertido en una de las pocas voces que desde el fondo del Congreso denuncia lo que está sucediendo entre bambalinas.
En la agenda del Día de no aparece la discusión y aprobación del Presupuesto, pues hasta anoche faltaban algunos votos de los partidos que hasta ahora han integrado la «alianza oficialista», que no están de acuerdo con la apresurada aprobación, pues no se han tomado en cuentas las observaciones de instituciones serias y neutrales políticamente, que dicen que el proyecto aprobado tiene «múltiples deficiencias» y carece de candados de transparencia.
Sin embargo, la estrategia contempla introducir el tema como una «moción privilegiada» en cuanto se tengan los votos suficientes para aprobar el Presupuesto de «urgencia nacional», con una sola lectura y el apoyo de una mayoría calificada. El oficialismo aspira tener 107 votos.
El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), lamentó que la Comisión de finanzas mostrara «prisa y desinterés», por atender 12 recomendaciones que presentó esa institución, en un afán por mejorar el dictámen del presupuesto. También destacó que «de nada sirvieron» las audiencias que esa comisión realizó con diferentes organizaciones, pues no se tomaron en cuenta otras opiniones fuera del oficialismo.
El Icefi considera que lejos de mejorar, la comisión empeoró el proyecto Presupuesto, quue es «vulnerable al abuso y la corrupción».
Varias organizaciones han advertido del peligro de que el Presupuesto sirva para promover mayor corrupción en el país y que parte de ese dinero se utilice para la reelección de alcaldes y diputados, con lo que se pretende mantener una plataforma de control y poder para que la «alianza oficialista» siga funcionando después del 14 de enero de 2024.
De igual manera la apresurada y anticipada elección de la Junta Directiva busca garantizar a todos los «aliados» las cuotas de poder internas y asegurar que los compromisos continuarán más allá del cambio de gobierno.
De lograr su objetivo, el oficialismo estaría logrando consolidar las alianzas de caras a las próximas elecciones.
La noche de este martes fue intensa en negociaciones y pronto se sabrá si se han logrado los acuerdos necesarios para asegurar los votos necesarios para ganar las dos iniciativas. En todo caso, los votos para la elección de la Nueva Directiva parecen asegurados, no así los del Presupuesto 2023.