Tras algunos días de especulaciones en torno al futuro del club Comunicaciones, se reunieron en Key Biscayne, Miami, Estados Unidos, el magnate mexicano Ángel González y Roberto Arzú. La reunión fue larga y cordial, pero terminó con claridad: Los Cremas no están a la venta, y el hijo del alcalde capitalino no tendrá ningún cargo dentro de la institución, a la que puede apoyar con su mejor esfuerzo.
Ha sido el propio Arzú quien ha dado pormenores de la reunión en una entrevista desde Miami con el programa radial Tiempo extra, de LaRed, en donde repitió que la cordialidad fue el factor y que los cremas merecen volver a ser el equipo que han sido, el mejor de Centroamérica.
Arzú, quien tuvo que entregar hacer año la propiedad del Club a González, propietario de los cuatro canales de televisión abierta de Guatemala, dijo que ese momento fue muy triste, pero se mostró optimista de su rol futuro, el cual consistirá en apoya con mis ideas al presidente de la institución, el también Mexicano Pedro Portilla.
Hace diez días, Arzú hizo una reaparición pública al lado del ex jugador costarricense y de Comunicaciones, Rolando Fonseca, y ambos dijeron que para que los cremas salieran de la crisis en que se encuentran –están en los últimos lugares del torneo nacional–, estaban dispuestos ambos a comprar el club a González. Fonseca no estuvo en la reunión de este miércoles en Miami.
A una pregunta sobre su rol, en el sentido de que si lo acordado con González implicaba estar involucrado con el club con voz y voto, Arzú respondió que para lo que él hará no se necesita voto, y que únicamente trasladará sus experiencias e ideas a Portilla, quien dijo debe vivir en Guatemala y pasar más tiempo en el país.
El periodista y comentarista deportivo, Francisco Aguilar, dijo al final de la entrevista: quedó claro entonces que el club no se vende y que Roberto no tendrá ningún cargo ni puesto en la directiva, aunque la reunión haya sido muy cordial.
El empresario mexicano González ha influido en la política de Guatemala durante los últimos 30 años, es dueño de varias empresas y negocios, entre ellos el Club Comunicaciones, al que tomó en medio de una crisis financiera.
Foto: Impacto.gt