Álvaro Véliz: Estación Central de las artes y las ciencias

CORAZÓN DE LA CIUDAD: Álvaro Véliz

La polis no es primordialmente, un conjunto de casas habitables, sino un lugar de ayuntamiento civil, un espacio acotado para funciones públicas.

Ortega y Gasset.

¨La ciudad se ha transformado en un monstruo, enormemente extendida.¨ Así se expresaba categóricamente el arquitecto José Luis Sert, presidente del VIII Congreso de Arquitectura Moderna CIAM celebrado en Inglaterra en el año 1951.

El mismo Sert, en otros escritos, vislumbra el fenómeno metropolitano, la expansión hacia la periferia y expone la causa fundamental como una ¨consecuencia natural de los nuevos medios de transporte, del crecimiento industrial y de la especulación en terrenos…los suburbios han llegado a ser mayores que la propia ciudad, pasando a ser, tan solo un lugar para trabajar y sufrir,¨ que deseamos abandonar lo mas pronto posible.

Como respuesta el C.I.A.M. VIII propuso establecer una red de corazones de las ciudades, con el propósito de recentralizar las grandes áreas urbanas, en torno de los denominados centros peatonales,  El centro de las discusiones se destacó por incluir un nuevo concepto, en el cual el espacio urbano, fusionado con la arquitectura y el arte, tienen por objeto, tejer comunidad, interrelacionar a las personas y su fin último es, crear identidad.

El arquitecto Jorge Montes, por medio de relatos y manuscritos, compartió generosamente su experiencia y la energía de su destacada participación, junto a un colectivo de mentes brillantes guatemaltecas, que reinterpretaron del concepto urbanístico corazón de la ciudad, al concebir el Centro Cívico de la Ciudad de Guatemala.  Roberto Aycinena, Pelayo Llarena, Raúl Minondo, Carlos Haeussler, Carlos Mérida, Dagoberto Vásquez, Guillermo Grajeda Mena, Roberto González Goyri y Efraín Recinos, fueron parte de aquella gloriosa época de la historia urbana de la ciudad.

Giremos nuestra mirada hacia el legado urbanístico de las generaciones  precedentes, instituciones públicas, como el Colegio de Arquitectos, la Facultad de Arquitectura de la Universidad de San Carlos, el Ministerio de Cultura y Deportes(1), e igualmente, organizaciones ciudadanas, como el DoCoMoMo¨, Fundación Crecer y Ciudadanos Defensores del Patrimonio Cultural, han debatido públicamente la importancia de proteger y relanzar, a la vida contemporánea el Centro Cívico como un Corazón de la Ciudad.

Una de los detonantes estratégicos, para avanzar sobre esta idea, es el manejo que se le de a la Antigua Estación Central del Ferrocarril, la influencia sobre el conjunto Centro Cívico es evidente y su potencial mayor provendrá del futuro tren urbano MetroRiel. En la mesa de discusión se ha presentado la iniciativa, Estación Central de las Artes y las Ciencias, la cual contrasta con la propuesta de ubicar el dicho lugar, el Centro Administrativo del Estado, liderado por la Agencia Nacional de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica ANADIE.

La idea es recrear su función original, una gran central de transferencia intermodal urbana, con una potente oferta de cultural y ambiental, para los ciudadanos en transferencia, visitantes ocasionales, turismo nacional e internacional. Dotar a la ciudad de un espléndido parque cívico, cultural y deportivo, integrado por medio de corredores ciclo-peatonales,  al Centro Cultural Miguel Ángel Asturias,  el corazón del Centro Cívico, La Ciudad de los Deportes, el futuro Paseo de la 18 calle y la revitalización del Barrio la Habana, con programas intensivos de vivienda enfocada para artistas y trabajadores públicos.

Imagina una vida urbana edificante, descendiendo de la Estación Central del MetroRiel,  estacionar tu bicicleta, interconectar a tu trabajo o simplemente para visitar a la novia, imagina aún más, recorrer a través de la tornamesa de locomotoras y los antiguos talleres restaurados, espacios públicos generosos, zonas arboladas, actividades culturales de todo índole  y de innovación científico tecnológica, exposiciones, oferta gastronómica, servicios públicos, agencias bancarias, incorporación de energías renovables y reciclaje, en fin, el urbanismo sostenible del futuro.

Otras ciudades han reutilzado su antigua infraestructura ferroviaria, el Centro Cultural Estación Mapocho en Santiago de Chile, una estación reconvertida a principios de los años 90, hoy es un hito cultural, con casi 1 millón de visitantes anuales. En Nueva York, la línea aérea de ferrocarril. por una iniciativa ciudadana, fue transformada en un formidable parque lineal peatonal, denominado High Line, en todos los casos, hay un sano debate público constructivo, que nos lleva hacia ideal de una bella ciudad basada en el buen vivir.

Pienso y deseo de corazón, que avancemos avancemos en consensos, articular un discurso coherente entre la ciudadanía, la academia, el empresariado y el sector público, la ciudad se construye colectivamente, aún es tiempo para reflexionar y en encontrar el mejor destino para la Antigua Estación del Ferrocarril.