Intensas negociaciones y separación de Allan Rodríguez, permite unificar votos en torno a Shirley Rivera
La elección de junta directiva se llevará a cabo hoy en sesión convocada para este lunes
Ha sido un intenso fin de semana de negociaciones entre la alianza oficialista, pero todo indica que se han logrado los votos para retener la directiva del Congreso y mantener el control sobre los tres poderes del Estado y otras instituciones, en medio de la amenaza de Estados Unidos de investigar más sobre la corrupción en Guatemala.
El primer paso se dio al confirmarse que se retiraba la candidatura presidencial de Allan Rodríguez –rechazado por algunos grupos que pasaron momentáneamente a la oposición–, y la nueva candidata sería la diputada Shirley Rivera, algo que se impulsaba directamente desde la presidencia de la República, pues en representación de Alejandro Giammattei, llegó la propuesta por medio de Miguel Martínez, según fuentes del propio oficialismo.
En las negociaciones se hizo un recuento de votos y, cuando se tuvo la certeza de contar con la mayoría necesaria –más de 81 diputados–, se convocó a una reunión de jefes de bloque para acordar que la elección de nueva junta directiva tendría lugar este lunes.
Tres factores clave
Para mantener la amalgama de partidos que forman la alianza oficialista, se sumaron al menos tres factores decisivos: 1.- Se aparta de la presidencia de la junta directiva a Allan Rodríguez; 2.- Se mantienen –y mejoran–, las condiciones para los diputados oficialistas, principalmente en materia de la asignación de obras para favorecerles; y 3.- Se asustó a los disidentes, al indicarles que perder el Congreso podría significar que avanzaran procesos judiciales contra algunos de ellos.
Esto último se fortaleció con el anuncio del Departamento de Estado, de los Estados Unidos, en el sentido de que se habilitará una línea directa para conocer las denuncias de corrupción en contra de funcionarios, diputados, magistrados, jueces y empresarios.
El diputado Orlando Blanco, quien controla la mayor parte de votos de la UNE y quien se encuentra en la oposición, aseguró que «aunuqe no hay pruebas, sabemos que ha corrido mucho dinero» en las negociaciones y confirmó el acuerdo de realizar aceleradamente la sesión este lunes, para mantener unido por intereses a «y miedo» al oficialismo.
Giammattei, quien viajo a Colombia recientemente, volvió para «imponer orden», y lo primero que hizo fue sacrificar a Rodríguez, muy desgastado por el pobre desempeño que ha tenido el Legislativo durante los últimos dos años.
Los esfuerzos y negociaciones se centraron con algunos disidentes, y con las aspirantes presidenciales Sandra Torres y Zury Ríos, cuyos diputados han sido decisivos para el funcionamiento de la alianza oficialista, que hasta la fecha se niega a respetar el mandato constitucional de que el Congreso debe elegir nueva Corte Suprema de justicia y magistrados de salas de apelaciones.
Tanto Torres como Ríos, requieren de resoluciones judiciales para poder participar enb las elecciones de 2023 como candidatas presidenciales. La primera porque no ha recuperado el control de la UNE y el caso llegará a los tribunales y cortes, y la segunda porque tiene impedimento constitucional y requiere una resolución favorable de parte de la Corte de Constitucionalidad (CC), controlada por el oficialismo, al igual que el Organismo Judicial.