En Guatemala, la Semana Santa es sinónimo de religiosidad y tradición, así como de verano y viaje a la playa. Y aunque este año talvez sea necesario prepararse para la posibilidad de lluvias o algún frente frío, ello no impide recorrer todos los atractivos turísticos del país.
Estuardo Gasparico M.
¿Lluvias y frío en Semana Santa? Es posible, aunque no sería la primera vez que algunos recorridos procesionales deben retrasarse o los veraneantes tengan que resguardarse de un chubasco repentino.
Por lo que sin suspender los planes para acompañar las procesiones o de preparar maletas para ir a la playa o algún centro de recreación familiar, se debe atender lo que indica el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh):
El meteorólogo Jorge Chinchilla expuso que, si bien es cierto, aún es temprano para pronosticar el clima de cada día entre el 23 y el 27 de marzo próximos —Miércoles Santo a Domingo de Resurrección—, se espera que continúen los frentes fríos y algunas lluvias dispersas, aunque no fuertes, y de manera aislada.
Lo anterior es porque a consecuencia del Fenómeno del Niño, la época fría comenzó tarde en 2015, por lo que debe esperarse que también termine tarde. Eso no significa que en marzo haya temperaturas de noviembre o diciembre, pero tampoco se pueden asegurar las que normalmente se experimentan en abril, dijo.
Dicho esto ¿a dónde ir durante la Semana Mayor? En Guatemala los destinos son muchos y la decisión depende de lo que cada integrante de la familia quiera hacer.
Hacia el Nororiente
Para quienes disponen de tiempo, lo ideal es realizar un recorrido que les lleve de la capital hasta los múltiples atractivos de Izabal, pasando por diversos lugares de interés.
Por ejemplo, desde El Rancho, El Progreso, se puede partir hacia varios destinos y uno de ellos es Zacapa donde existen diversos hoteles tipo turicentro —como Longarone y Valle Dorado—, a los cuales se puede llegar en no más de 3 horas de viaje. Incluso, se puede dormir en cualquiera de los varios hoteles disponibles en Río Hondo.
Luego se llega a la bifurcación hacia Chiquimula y la basílica de Esquipulas o Izabal. Quienes escojan este destino, lo primero que se encontrarán es el sitio arqueológico Quiriguá, antes de adentrarse a Mariscos, Playa Dorada y el Castillo de San Felipe.
Más adelante se llega a Río Dulce, desde donde se puede abordar una embarcación hacia Livingston, pasando por la Comunidad Agua Caliente.
En este departamento también se puede visitar Bocas del Polochic, El Boquerón, Cascada Finca Paraíso, Playa Blanca, Punta de Palma, Sendero Las Escobas y el
Parque Las Conchas, para disfrutar de ecoturismo, playa/natación y arqueología.
Palabra aparte es la llamada Ruta Maya, que incluye todo el departamento de Petén y sus innumerables vestigios arqueológicos, siendo Tikal el principal de ellos, pero sin olvidar Yaxá, Uaxactún, Piedras Negras, el Mirador —accesible solo vía aérea o 6 días de caminata, ida y vuelta—, partiendo desde la isla de Flores o sus poblaciones vecinas.
Desde El Rancho también se parte hacia Las Verapaces y en San Jerónimo espera el Museo Regional del Trapiche. Rumbo a Cobán están la Reserva Río Escondido y la Posada Montaña del Quetzal.
Desde la Ciudad de Carlos V se puede salir hacia Lankin y Semuc Champey, el Parque Cancuén y la Laguna Lachuá, para todo lo cual se requiere vehículo de alta potencia y muchos deseos de aventurarse entre la naturaleza. No se debe olvidar que esta región suele ser húmeda, calurosa y con presencia intermitente de lluvia.
¡Vamos a la playa!
Una de las áreas del país más visitadas en esta época es la costa sur, debido a los cientos de kilómetros de playas de arena negra que se extienden desde San Marcos hasta Jutiapa.
Si bien, los complejos turísticos de calidad por lo general pertenecen a corporaciones hoteleras de tiempo compartido o son condominios privados, existen muchas opciones para quienes deseen ir al mar, aunque sea en viaje del mismo día.
Las playas más concurridas son el Puerto de San José-Iztapa, donde suelen celebrarse conciertos patrocinados por empresas nacionales de bebidas. También está el ya famoso Monterrico, donde comienza a surgir una infraestructura hotelera que atrae especialmente a los jóvenes y Sipacate, área costera que ya se toma en cuenta para torneos de surf. Un poco más lejos están Champerico, Tulate y Ocós, que cobran vida en esta temporada y ofrecen productos y servicios a precios muy accesibles.
Los que se sienten atraídos por la aventura, pueden visitar las instalaciones de Canopy Vuelo Extremo —en el kilometro 198 entre Retalhuleu y 
Quetzaltenango—, la Reserva El Patrocinio en Coatepeque y el Parque Takalik Abaj —en el kilometro 198.5, El Asintal, Retalhuleu —.
Por supuesto, cuando se encuentre por estos rumbos, no puede perderse el parque acuático Xocomil y el temático Xetulul, del Instituto de Recreación de los Trabajadores (Irtra) en San Martín Zapotitlán, a los que ya es posible ingresar pagando un módico precio.
Comida, volcanes y el lago
Quien en su trayecto hacia Quetzaltenango no se ha detenido en cualquiera de los restaurantes típicos que abundan a la orilla de la carretera, se ha perdido una de las mejores partes de la cultura guatemalteca: su gastronomía campestre.
Los establecimientos que ofrecen completos desayunos, almuerzos churrasqueros y antojitos típicos son incontables desde San Lucas Sacatepéquez, pasando por Chimaltenango —especialmente en Tecpán— y Los Encuentros, desde donde se puede salir hacia 
Quiché y Chichicastenango o hacia Sololá, Quetzaltenango y Huehuetenango.
Los enamorados del lago más bello del mundo prefieren dirigirse a Panajachel, en el cual salen embarcaciones hacia los poblados que bordean el lago de Atitlán y parajes atractivos como las reservas naturales Cerro Tzankujil en San Marcos La Laguna; el sitio arqueológico Chuitinamit —accesible en cayuco desde Santiago Atitlán—; el parque ecológico Cerro Iquitiú —entre San Lucas Tolimán y Godínez—; o el Museo Tzununyá y el Volcán San Pedro, San Pedro La Laguna. Tampoco se puede dejar de visitar Santa Catarina Palopó, Santiago Atitlán y San Juan La Laguna, con sus mercados multicolor y galerías de arte.
Al ritmo de las marchas sacras
De ninguna manera, tampoco hay que olvidar el verdadero sentido de esta semana para el mundo cristiano, así que los que gustan de las procesiones, actos litúrgicos y tradiciones propias de la época, posiblemente decidan quedarse en la capital, donde la actividad religiosa católica comienza desde el Domingo de Ramos con la procesión del Señor de los Milagros y la Borriquita de Capuchinas. El Martes Santo comienzan a confluir los pasos procesionales de varios templos, entre los que sobresalen San José, La Merced, Beatas de Belén, El Calvario, La Recolección, La Parroquia y Candelaria.
En Quetzaltenango son importantes las procesiones de las iglesias Catedral y San Nicolás, en especial el Viernes por la mañana, a la que se agregan las de San Bartolomé, La Transfiguración y La Merced por la tarde —Santo Entierro—. En Salcajá y San Juan Ostuncalco también se celebran los viacrucis con alfombras y arcos de ofrendas en las calles, por lo que éstas permanecen cerradas.
En el nororiente del país destacan los actos religiosos que se llevan a cabo en Esquipulas, Chiquimula; Livingston, Izabal; así como en las cabeceras departamentales y municipales de Zacapa, Jalapa y Jutiapa.
Aunque indudablemente, lo mejor está en Antigua Guatemala y sus alrededores, donde las velaciones de Nazarenos y los recorridos de andas, romanos y cucuruchos, se intensifican el Jueves y Viernes Santo, así como la confección de alfombras de aserrín.
Es importante destacar que en esos días, el tránsito hacia la ciudad colonial se cuenta por miles de automotores, nacionales y extranjeros, por lo que la comuna antigüeña prepara parqueos en terrenos ubicados afuera del perímetro urbano, para que los visitantes dejen ahí sus vehículos y de ese modo evitar los congestionamientos en las vías procesionales. Y a todo esto, ¿usted ya decidió a dónde ir?