Yahoo México y agencias.
El este de Estados Unidos se prepara para una gigantesca nevada que amenaza enterrar bajo 60 centímetros de nieve este fin de semana a Washington D.C., la capital, donde se suspendieron los vuelos y el transporte público a partir de la medianoche del viernes, entre otras medidas de prevención.
“Una gran tormenta invernal afectará a la región del este de Estados Unidos entre el viernes y la tarde del sábado con fuertes precipitaciones de nieve, heladas, vientos fuertes e inundaciones costeras”, anunciaron los servicios de meteorología del este de ese país.
Bashon Mann y sus hijos se movilizan en trineo por una colina en el Capitolio, Washington DC, en enero del 2014. (Foto Prensa LIbre:AP). Según las últimas previsiones, las nevadas más abundantes y los vientos más fuertes (de hasta 90 km/h) de la tormenta, que ha sido denominada Jonas, comenzarán el viertes temprano por la tarde y durarán todo el día del sábado.
Las nevadas y el viento “causarán condiciones peligrosas con riesgo de muerte y daños a la propiedad”, informó el jueves el Servicio Nacional Meteorológico (NWS).
La tormenta tiene “el potencial para convertirse en extremadamente peligrosa”, señaló a periodistas el director del NWS, Louis Uccellini, en una conferencia de prensa.
Sin vuelos y sin metro
La tormenta podría afectar a unos 70 millones de personas. Una quincena de estados han decretado alertas a lo largo de la costa atlántica, y también han tomado precauciones incluso en el centro del país como en el estado de Arkansas.
Cientos de vuelos han sido anulados. American Airlines anunció la anulación de todos sus vuelos el sábado en los dos aeropuertos de Washington, los tres de Nueva York, así como en las terminales aéreas de Baltimore y Filadelfia. United Airlines también informó de la suspensión de sus vuelos internacionales desde y hacia Washington.
En Washington, la nevada amenaza con ahondar aún más los problemas de tránsito de los últimos días. “Estimamos que las posibilidades de trasladarse serán si no imposibles, sumamente limitadas durante el auge de la tormenta el viernes de noche y el sábado”, añadió NWS.
La capital estadounidense debería ser una de las ciudades más afectadas, pero también Baltimore y tal vez Filadelfia, con hasta 60 cm de nieve. Mientras que Nueva York y Boston, más al norte, no deberían verse tan afectadas e incluso podrían evitar las nevadas.
El metro de Washington anunció que cerrará a partir de las 23 horas locales del viernes (04H00 GMT del sábado) y no reabrirá hasta el lunes por la mañana. Los trenes serán guardados para protegerlos.
El servicio de autobuses va a cerrar incluso una hora más temprano pues los últimos autobuses estarán en sus garajes hacia las cinco de la tarde del viernes. También ese servicio se reanudará el lunes.
Tormenta anunciada
En Washington nevó el miércoles recién pasado por la tarde, en plena hora pico. Y a pesar de que solo se trataba de tres centímetros de nieve, causó grandes embotellamientos y numerosos accidentes de tránsito.
En el estado de Virginia, la Policía informó este jueves que había intervenido en 767 choques. Según el canal televisivo WJLA, una persona murió en estos accidentes.
Incluso el presidente Barack Obama, que retornaba del salón del automóvil de Detroit, debió retrasar su regreso a la Casa Blanca hasta el miércoles en la tarde pues a su comitiva le tomó casi el doble del tiempo necesario para cubrir la ruta entre el aeropuerto de Andrews y la sede presidencial.
Si las previsiones se cumplen, Jonas podría ser la segunda mayor tormenta de nieve ocurrida en Washington desde 1922 cuando una nevada provocó la muerte de cientos de personas al derrumbar el techo del Knickerbocker Theatre, una sala de cine.
El alcalde de Washington, Muriel Bowser, declaró la ciudad en estado de emergencia, lo que le permitirá recurrir a recursos federales en caso de ser necesario.