Álvaro Véliz
Recuerdo ahora el año 1973, siendo muy joven vi una película, cuyo tema central giraba en torno de la ciudad distópica, situada en Nueva York año 2022, cuyo titulo en español es ¨cuando el destino nos alcance¨. La deprimente atmósfera cinematográfica, escenificada por una sociedad urbana terminal, dominada por su elite tiránica y violenta, enmarcada en el contexto de una catástrofe ambiental y productiva, en la cual los humanos terminamos devorándonos entre sí, quizá fue, pienso ahora, la advertencia inconsciente de nuestro presente agobiante.
47 años atrás, los equipos técnicos de la alcaldía, dirigida por Manuel Colom Argueta, también lo predijeron, visualizaron la futura crisis del transporte público, así como del modelo urbano monocéntrico, expansivo y excluyente de la Ciudad de Guatemala, exponiendo claramente en el Esquema Director de Ordenamiento Metropolitano EDOM 1972-2000, la necesidad de una planificación metropolitana, mas allá de los limites municipales e incorporando el concepto de ciudad-región.
13 años después, la Constitución de la República de Guatemala de 1985, recoge en el Artículo 231. el espíritu deaquella idea ¨La ciudad de Guatemala como capital de la República y su área de influencia urbana, constituirán la región metropolitana, integrándose en la misma el Consejo Regional de Desarrollo respectivo¨.
Al Congreso de la República han llegado diversas iniciativas de ley relacionadas con la creación de dicha región, un borrador de ley en 1993 y una segunda versión en 2017, presentada por el diputado independiente Alvaro Velásquez, que define territorialmente una agrupación de 9 municipios conurbados a la Ciudad de Guatemala, así como sus respectivos órganos administrativos y recursos financieros, la cual sin embargo, continúa sin ser aprobada.
Cuando el futuro nos alcance ha llegado ya, cinco décadas han transcurrido, lo sabíamos, pero no quisimos actuar, por ignorancia no fue, irresponsablemente nuestras autoridades dejaron que el caos urbano llegara al punto de colapso, enmarañados por intereses mezquinos, populismo electoral y la prepotencia centralista de la alcaldía capitalina, colocaron en riesgo y quizá en alerta roja, la sostenibilidad económico, social y ambiental de nuestro entorno urbano y su área de influencia.
Los grandes problemas urbanos son de escala metropolitana, el 39% del agua que bebemos, procede principalmente del los Rios Xayá y Pixcayá, los mantos acuíferos se nutren de áreas de infiltración localizados en los cerros el Naranjo y Santa Catarina Pinula, contaminamos con nuestras aguas negras, las cuencas del Motagua y Villalobos, la población flotante (1.7 millones) vive en las ciudades dormitorio de los municipios periféricos, colapsando diariamente el tráfico de la ciudad, igualmente un gran porcentaje de los desechos sólidos proviene de los municipios circundantes.
La mancha urbana de la Ciudad Capital, se expande como el cáncer sobre la piel del territorio, invade sin ningún control nuestros recursos naturales y patrimoniales, destruyendo las reservas forestales, recursos hídricos y agrícolas. El Área Metropolitana de Guatemala AMG, se caracteriza por el desequilibrio productivo, habitacional y socio-espacial, concentrando riqueza en lugares privilegiados, y generando por el otro lado, enormes cinturones de polución y pobreza inadmisible.
Vivimos en la era de las ciudades, las economías emergentes planetarias, utilizan el urbanismo sostenible como plataforma de desarrollo, la renovación tecnológica-digital, facilitará la gobernanza democrático-descentralizada. Se avecina la revolución productiva y energética, que nos llevara crear entornos humanos densos y compactos, vivienda productiva digna, barrios del conocimiento, equipamientos sociales y culturales, espacios públicos generosos y un sistema integrado de movilidad metropolitana.
Estamos en la encrucijada, ha llegado la hora de tomar decisiones trascendentales, las circunstancias históricas están maduras para dar el paso, la mayoría de propuestas de los candidatos para la alcaldía de la Ciudad de Guatemala, contemplaban la creación del Distrito Metropolitano o Región Metropolitana, la composición del Concejo Municipal de la Ciudad de Guatemala, así como del Congreso de la República, augura el espacio propicio para afrontar el reto, nos toca a los ciudadanos movilizar nuestras energías, por el bien común y las futuras generaciones el futuros es ahora, no hay mañana posible.