Los «Tiempos mejores» que ofrece el candidato de derecha Sebastián Piñera o la «Fuerza de la Mayoría» que reivindica la obra de la socialista Michelle Bachelet que propone el oficialista Alejandro Guillier: los chilenos votaban este domingo para elegir presidente y renovar parte del Congreso.
Unos 14,3 millones de ciudadanos empezaron a las 08H00 (11h00 GMT) a votar en unos comicios que pueden suponer el regreso de la derecha al poder de la mano de Piñera, que ya presidió el país en 2010-2014, si se confirman las encuestas que lo dan como gran favorito, con 34,5% de las preferencias.
En la primera elección con voto desde el exterior, con casi 40.000 chilenos inscriptos, Nueva Zelanda tuvo el honor de abrir los comicios.
En Santiago, Bachelet ejerció su voto pasadas las 12H30 GMt tras sortear una larga pasarela de mujeres de todas las edades que se acercaron para abrazar y fotografiarse con la mandataria.
«Es importante que la gente asista (a votar), que ejerza su derecho ciudadano y que vote porque sienta que representa lo que ellos quieren para Chile», dijo Bachelet, que evitó hacer pronósticos sobre el nivel de participación, pero advirtió que espera una segunda vuelta, prevista para el 17 de diciembre.
Con ocho candidatos en liza, seis de ellos de centroizquierda, parece poco probable que Piñera, apoyado por Chile Vamos, un conglomerado de cuatro partidos de derecha, o Guillier, de 64 años, senador independiente que representa a la mayoría de los partidos de Nueva Mayoría, la coalición gobernante de centroizquierda, obtengan el 50%+1 de los votos necesarios para evitar el balotaje.
De los presidenciables, la primera en votar fue la demócrata cristiana Carolina Goic (3% de intención de voto), que en Punta Arenas, la ciudad más austral de Chile, sufragó pasadas las 12H00 GMT.
El Ministerio del Interior informó que el operativo de seguridad desplegado funcionaba sin mayores inconvenientes, aunque en las primeras horas de votación se dieron incidentes menores en una región del sur del país.
Las televisoras locales mostraron como árboles cortados obstaculizaban una ruta de La Araucanía, zona de conflicto mapuche.
– «Presidente de la clase media» –
«Quiero ser el presidente de la unidad, de la clase media, de los niños y de los adultos mayores, de las regiones y del mundo rural», clamó en el cierre de campaña Piñera, un empresario multimillonario que ha prometido llevar a Chile al pelotón de los países desarrollados en ocho años.
Antipinochetista declarado, Piñera trata de distanciarse del pinochetismo que todavía está muy presente en la sociedad chilena.
Los votos que obtenga el heredero declarado de Pinochet, José Antonio Kast -entre 4% y 5%, según las encuestas-, le impedirían a Piñera ganar en primera vuelta, pero le serán vitales en caso de balotaje para llegar al Palacio de La Moneda, según las proyecciones.
La alta abstención de los últimos años -en los últimos comicios municipales sólo votó el 36% del padrón- es el gran temor de los líderes políticos.
– Plebiscito a Bachelet –
Guillier, tras pasar de puntillas durante casi toda la campaña sobre el legado de Bachelet, al final ha prometido continuar las reformas que han quedado a medias, como la de la Constitución que data de la época de la dictadura.
«La historia demostrará que se tomaron las decisiones correctas», dijo el candidato oficialista en el cierre de su campaña.
Con un 15,4% de las intenciones de voto y proyecciones que le dan la mitad de los sufragios que obtendría Piñera, las apuestas de Guillier están en diciembre para darle la vuelta a unos vaticinios poco favorables.
Y es que el legado de la presidenta en este momento parece más una pesada mochila que un motor de tracción.
Con un respaldo del 23% en las encuestas, muchos consideran que estos comicios son en cierto modo un plebiscito a la propia Bachelet, que ya entregó en 2010 el poder a Piñera.
«Se ha puesto mucho énfasis en el legado» de la presidenta, dice la analista Marta Lagos, fundadora de Latinobarómetro y MORI Chile.
Pero si gana Piñera, «no tendrá mayoría en el Congreso, por lo que no va a poder deshacer ninguna de las reformas» aprobadas durante el gobierno de Bachelet, asegura a la AFP.
«No va a poder deshacer la ley del aborto ni la reforma tributaria, ni la laboral», sostiene. En lo único que puede incidir, en su opinión, es en la gratuidad de la enseñanza superior, que actualmente beneficia a unos 260.000 estudiantes, ya que depende de los presupuestos del Estado.
Bachelet advirtió este domingo que «será el parlamento y los ciudadanos quienes van a defender ese legado».
Además de presidente, los chilenos elegirán a 155 diputados y la mitad del Senado (que ahora tendrá 43 miembros), en unos comicios en que debutará el nuevo sistema electoral proporcional, en los 2.156 locales de votación instalados en el país y los 110 en el extranjero, donde se han inscrito unos 40.000 chilenos.
Las urnas estarán abiertas hasta las 18H00 (21H00 GMT), mientras que el primer cómputo oficial se espera hacia las 19H30 (22H30 GMT).