Y en cuatro años, ¿contra quién estaremos manifestando los sábados?

Juan Manuel Rodríguez G.


La historia de Guatemala es cíclica. La era democrática cumple 30 años: estamos en pañales al respecto de este tema. Y sin ánimos de pecar de pesimista, sino siendo realista, puedo asegurar que lo que más se puede ver en nuestra sociedad es que la memoria histórica es nula. Gozamos de una amnesia generalizada que no nos permite analizar todo bajo un pasado, sino perdemos las referencias y todo nos parece una novedad. ¡Vaya enfermedad!
La pregunta que me surge por lo mismo es: Y en cuatro años, ¿contra quién estaremos manifestando los sábados? Porque, si volteamos a ver la reciente historia, digamos, democrática, nos daremos cuenta que esto de las manifestaciones no tiene nada de nuevo. A cada Presidente que se ha electo, se le solicita su renuncia o ha existido intenciones de golpe de Estado. Y en ese momento: “¡este Gobierno es lo peor que le ha pasado a Guatemala! ¡Aún peor que el anterior!”
Veamos: a Vinicio Cerezo se le intentó dar Golpe de Estado en varias ocasiones. El acercamiento que su Go-bierno tuviera con la Iglesia para mediar las conversaciones con la guerrilla, fue un motivo fuerte para que ciertos sectores del Ejército quisieran derrocarlo. El 11 de mayo de 1988, fueron oficiales de Ejército de destacamentos de Jutiapa y Retalhuleu, quienes promovían el intento de Golpe de Estado. En 1989, movimientos impulsados por el ahora presidenciable de moribundo Patriota, Mario David García, quien junto al implicado de pertenecer a la infame Línea, Luis Mendizabal, también intentó promover un Golpe de Estado contra Cerezo.
En tiempos de Serrano Elías, ni hablar. Él sigue promulgando desde Panamá que su Gobierno fue lo que fue, un completo desastre, por la desestabilización que le provocara la familia Gutiérrez, como él deja claro en su libro “La Guayaba Tiene Dueño”. Por un lado deja, muy convenientemente, que su tiranía disfrazada en Presidencia, pretendía eliminar los tres poderes porque, para él, todo estaba podrido. Algo que simplemente es anticonstitucional, esté podrido o no. No es la forma de hacerlo. A él no solo se le pidió la renuncia, se le tuvo que sacar de la Presidencia antes de que fuera demasiado tarde.
Digamos que, la era de transición de De León Carpio y luego, Arzú, fue un período más o menos estable en estas consideraciones. La relación de Arzú con la prensa fue nefasta, pero no existió un momento tan crítico a comparación de todos los otros períodos. Ahora bien, el gobierno de Alfonso Portillo se vio de nuevo lleno de manifestaciones y de populismos trágicos. La lamentable “contra manifestación” que promoviera el Gobierno, que se le adjudica participación a la ahora candidata a la Presidencia Zury Ríos, llamada “Jueves Negro”, produjo un sentimiento de completa indignación y rechazo por parte de la sociedad. En esos momentos, el FRG era el enemigo de la clase urbana, Ríos Montt era el enemigo detrás del trono y Portillo era lo más nefasto que pudo haberle pasado al país. Otto Pérez, Álvaro Colom, Sandra Torres y Miguel Ángel Sandoval encabezaban las manifestaciones solicitando la renuncia de Portillo.
El caso Rosenberg trajo tanta indignación que la clase urbana salió, de nuevo, a manifestar, vestida de blanco, solicitando la renuncia de Colom. Sábados de blanco, todos pidiendo justicia y que se fuera el Presidente. Era lo peor que nos había pasado en la historia, el gobierno más nefasto, “¡incluso peor que el de Portillo!”, se escuchaba en las calles.
Y luego, las múltiples manifestaciones en este desgobierno de Pérez Molina, porque, ahora sí, “este es el peor de todos”, dice la gente. En este caso, por la indignación de saqueo al Estado del cual hemos sido testigos. Y no extiendo más porque éste si lo tenemos fresco en la memoria, quiero suponer.
¿Contra quién estaremos manifestando en 4 años y solicitando renuncias? Porque, si es por Sandra, ella ya nos había obligado a manifestar, ¿o ya se nos olvidó? Si es por Baldizón, él ya nos ha hecho manifestarle claro y contundente que no le toca. Si es por Jimmy, las pancartas rezarán “fuera ingenuo, rodeado de militares ladrones”. Somos una sociedad tan, pero tan inmadura en este sentido, que no aprendemos: los personajes que encabezan las encuestas, YA nos hicieron manifestar. Pero se nos olvida, y a como están las cosas, luego del 6 de septiembre empecemos a hacer las pancartas. Será necesario que ahora la vestimenta para llegar a la Plaza, no sea de blanco, sino de un negro profundo, de luto, para seguir con nuestra historia democrática en este país donde siempre nos falla la memoria y hemos preferido vivir en un eterno Macondo. En nuestras manos está el poder cambiar este círculo vicioso.
jmanuelrodriguezg@gmail.com
La pregunta que me surge por lo mismo es: Y en cuatro años, ¿contra quién estaremos manifestando los sábados?