- Aproximadamente 2.500 miembros de la Guardia Nacional ya han sido desplegados en todos los sectores de la frontera, brindando una serie de servicios de apoyo a la CBP, como vigilancia, detección y transporte aéreo.
Voz de América
WASHINGTON — Unos 550 soldados han empezado a llegar a la frontera de Estados Unidos con México como parte del primer grupo de apoyo militar previo a un aumento previsto de llegadas de migrantes, anunciaron el martes funcionarios estadounidenses de defensa.
El movimiento de soldados forma parte de las labores para aumentar la seguridad a lo largo de la frontera sur mientras Estados Unidos se alista para el fin de las restricciones a la inmigración implementadas por la pandemia de coronavirus. Esas restricciones expiran el jueves, lo que ha suscitado inquietudes sobre si eso provocará que más migrantes traten de ingresar a Estados Unidos a partir del viernes.
Los elementos tendrán como actividad principal ayudar a vigilar la frontera, o registrar datos y brindar apoyo, y “no están allí en modo alguno para interactuar con los migrantes”, dijo el general de brigada Pat Ryder, secretario de Prensa del Pentágono. El objetivo es liberar al personal de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus iniciales en inglés) para que se dedique a actividades policiales.
“Necesitaban ayuda para llevar a cabo algunas de esas tareas administrativas, de modo que pudieran centrarse en el aspecto policial”, explicó Ryder.
Al menos algunos de los soldados serán desplegados cerca de El Paso, Texas, dijo Ryder, aunque agregó que la CBP decidirá a dónde irán los efectivos.
Más de 900 soldados, infantes de Marina y miembros de la fuerza aérea llegarán a la frontera sur de Estados Unidos a finales de mes. El plan inicial prevé un despliegue de 90 días de las fuerzas en servicio activo, ya que pueden trasladarse a la frontera mucho más rápidamente que los soldados de la Guardia Nacional o de la reserva del ejército.
Las leyes estadounidenses e internacionales otorgan a los migrantes el derecho de solicitar asilo. Pero Estados Unidos ha utilizado el Título 42 de una ley de salud pública para realizar 2,8 millones de expulsiones de migrantes desde marzo de 2020 con el argumento de evitar la propagación del COVID-19.