- Desde el gobierno de Estados Unidos anunciaron que a partir del 11 de mayo dejarán de estar vigentes las dos emergencias por coronavirus. ¿Qué significa eso?
MIAMI, EEUU — La Casa Blanca pondrá fin a las dos emergencias nacionales por coronavirus el próximo 11 de mayo, unas medidas que han estado vigentes durante los tres años de pandemia.
Ahora, con una tasa más baja de contagios, hospitalizaciones y muertes que al inicio de la crisis, se está viviendo con una normalidad parecida a la de antes. En parte, gracias a las medidas del gobierno, primero con Donald Trump y ahora con Joe Biden, que las ha ido extendiendo.
“Podemos controlar y ganar al virus. De eso se trata el plan de rescate estadounidense. Y estoy decidido. Y eso es lo que espero que podamos hacer en el corto plazo”, dijo el presidente Biden durante una conferencia de prensa.
El Congreso ya cerró el grifo de los fondos de alivio por el Covid-19. Pero el gobierno federal aún se estaba haciendo cargo de algunos gastos médicos, como las vacunas o tratamientos. A partir de mayo la Casa Blanca ya no los gestionará.
“El estado ya no va a ser el que subsidie o regale estos tratamientos o estas vacunas”, dice el médico Carlos Riveros en declaraciones a la Voz de América.
Ante esa medida, Pfizer ha asegurado que sus dosis de refuerzo costarán hasta 130 dólares. Y ya se preparan para hacer caja porque solo el 15 % de la población se ha puesto el refuerzo. Tampoco se ofrecerán pruebas gratuitas a domicilio. Pero se espera que algunos continúan beneficiándose.
“Siempre hay algunos grupos a los que el gobierno tiende a proteger porque podrían estar con mayor susceptibilidad”, agrega Riveros.
Los republicanos habían pedido que se pusiera fin a esta emergencia de forma inmediata, pero el gobierno dice que si se hace crearía un caos en todo el sistema de atención médica. La pandemia no ha terminado y ahora estamos en fase endémica.
“Una parte endémica quiere decir que prácticamente el virus está por todos lados y que está muy difícil atacarlo y desaparecerlo”, aclara el Ilán Shapiro, otro médico consultado por VOA.
Desde el inicio de la pandemia, más de un millón de personas han muerto en Estados Unidos por coronavirus.
El coronavirus sigue siendo una emergencia de salud pública. Los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideran que la pandemia sigue siendo una amenaza. Y en las últimas semanas se ha registrado el número de muertes ha aumentado.
“Desde principios de diciembre, las muertes semanales reportadas han ido en aumento. En las últimas ocho semanas, más de 170.000 personas han perdido la vida por el COVID-19. Y esas son solo las muertes reportadas; sabemos que el número real es mucho mayor”, detalló el Tedros Adhanom, director de la OMS.
Hace tres años, el organismo sanitario mundial declaró la emergencia por el COVID-19. Desde entonces se han contabilizado casi 7 millones de muertes en todo el mundo. Pero, ahora las cosas han cambiado, el virus es menos agresivo y las vacunas y tratamientos han hecho efecto. Pero avisan: el virus está lejos de erradicarse.
“No podemos controlar el virus, pero podemos hacer más para abordar las vulnerabilidades de las poblaciones y los sistemas de salud”, advierte Tedros.
El problema ahora son las variantes. La última, la cepa de Ómicron, ha demostrado ser mucho más contagiosa, pero no más agresiva. El virus muta tan rápido que las vacunas cuando se actualizan, muchas veces no son tan efectivas contra las nuevas cepas.
“Los coronavirus en general producen una inmunidad transitoria que después de 4-6 meses se va. Por eso es que no hay una vacuna contra el resfriado común porque en su mayoría es causada por coronavirus” , explica el Dr. Oscar Cingolani, profesor de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Los médicos consideran que se debería dar prioridad en desarrollar mejores tratamientos a la población vulnerable, que es quien aún sufre los peores estragos por la pandemia.
“Por ejemplo las personas que tienen enfermedad pulmonar, las personas que son mayores de 65-70 años, o las personas que tienen enfermedades de base, como diabetes, u otras enfermedades debilitantes como el cáncer” , dice Riveros.
Los médicos insisten en no bajar la guardia y seguir tomando precauciones a pesar de que ahora la población mundial está mejor preparada que hace tres años.
Ante este escenario, muchos se preguntan qué pasará con las dosis de refuerzo. En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamos (FDA, por sus siglas en inglés) pretende sentar las bases para que la dosis de refuerzo se administre una vez al año. Varios asesores sanitarios están evaluando esta opción.
“De que se haga cada año un booster de la vacuna, y actualizarla cada año. Así como se hace con la gripe por ejemplo” , aclara Riveros.
La mayoría de expertos están a favor de poner la vacuna de refuerzo cada año. El problema es que solo el 16 % de la población se la ha puesto en Estados Unidos, y eso dificulta la tarea de investigación para concluir científicamente quién realmente necesita la dosis, con qué frecuencia y de qué tipo.
“Que hay personas que puede ser que puedan tener enfermedad muy leve y otras personas que podrían tener enfermedad muy severa solamente por el simple hecho de que su sistema inmune está más débil o menos preparado”, agrega el doctor.
Otro problema es que normalmente las vacunas que se administran no son muy eficaces para las nuevas variantes. Es un aspecto que la FDA debe tener también en cuenta, aunque ahora la enfermedad no es tan agresiva.
“Es una ecuación difícil de dar porque es un virus que ha mutado mucho y que va a seguir mutando rápidamente” , lamenta Riveros.
Tampoco está claro si las personas con problemas en su sistema inmunológico deberán ponerse el refuerzo cada seis meses y si los jóvenes sin problemas de salud deberían inocularse. Es algo que los expertos deberán decidir.
“Y lo otro es los posibles efectos secundarios que se han reportado y que eso también causa también un poco de retracción en las personas para vacunarse” , advierte.
También se ha puesto la posibilidad de administrar una vacuna multicepas, para que los laboratorios tengan tiempo suficiente para actualizar las dosis. Pero lo que está claro es que el virus, como ya hemos visto, seguirá por mucho tiempo.