- El madridista volverá a ser la pieza fundamental de Croacia, que defiende el subcampeonato del mundo y quiere más
No era el trofeo que él más deseaba. Pero levantar el Balón de Oro en la Copa Mundial Rusia’2018 para el mejor jugador, al menos brindó una especie de consuelo para Luka Modric.
El integrante del mediocampo fue el corazón del sprint de Croacia hacia la final en Rusia, convirtiendo un penal ante Nigeria y luego marcando con un disparo increíble de media distancia ante Argentina en un grupo que lo coronó como el primer clasificado.
Modric marcó en la definición por penales en octavos y cuartos de final ante Dinamarca y la Rusia local. Fue clave para pasar a unas históricas semifinales. Y también hizo su trabajo para dar vuelta el partido ante Inglaterra y pasar a la gran final.
La estrella de Real Madrid fue una de las últimas en la larga fila de talentos estelares en recibir este galardón, siguiendo a Lionel Messi (2014), Diego Forlan (2010) y Zinedine Zidane (2006) en las Copas Mundiales recientes.
«Estoy orgulloso de este premio», comentó Modric, tras abrazar a la presidenta croata Kolinda Grabar-Kitarovic después de haber recibido el trofeo del presidente de FIFA Gianni Infantino. «El increíble apoyo de los hinchas me hizo aún más feliz. A pesar de la derrota, alcanzamos algo grande», finalizó.