Grandes momentos/Copa del Mundo: Tres hombres y un bebé, todos brasileños…

  • Una de las celebraciones más icónicas en la historia de los mundiales se vio en Estados Unidos’1994, cuando anotaban gol los brasileños. Era para celebrar al hijo del popular Bebeto.

Piensa en Romario, Bebeto y un bebé y seguro que te vienen a la cabeza imágenes vívidas de Dallas y una de las celebraciones más famosas de la historia de la Copa Mundial de la FIFA™.

Pero en los meses anteriores a Estados Unidos’94, el único bebé era el propio Bebeto, o al menos eso decía su compañero de ataque en Brasil. Al fin y al cabo, fue Romario quien se empeñó en ponerle el apodo de «Chorão» (llorón) a su compañero de selección, en referencia a la costumbre que tenía Bebeto de quejarse a los árbitros.

La relación entre ambos fuera del campo siempre ha sido tensa. «Somos personas diferentes», dijo Romario. «Bebeto es un tipo familiar, que se queda en casa. Yo soy un gato callejero».

Sin embargo, a pesar de que esta fricción persistió en la preparación, y Romario incluso convocó una rueda de prensa para declarar que no se sentaría junto a Bebeto en el avión hacia Estados Unidos, la suya resultó ser la pareja de delanteros más potente de ese Mundial en particular.

El punto álgido fue la emocionante victoria sobre Holanda en cuartos de final, en la que Romario abrió el marcador gracias a una inteligente asistencia de Bebeto, antes de que el primero dejara pasar el balón para que el segundo doblara la ventaja de Brasil. Romario se unió a su compañero de ataque en el homenaje a su hijo recién nacido, y luego se abrazaron.

«Fue espontáneo. No había nada planeado», reflexionó Bebeto más tarde. «Pero me sorprendió gratamente ver a algunos de mis compañeros se unieron a mí para celebrar ese gol».

Y para los que recuerden haberlo visto en aquella época, seguro que esto les hará sentirse viejos: Mattheus Oliveira, el bebé que se celebra, tiene ahora 28 años y lleva casi una década jugando profesionalmente en Portugal.

En el Mundial de Estados Unidos’94, Brasil disputó siete partidos, ganó 5 y empató dos. Además los campeones brasileños anotaron 11 goles y solamente recibieron 3 para alzar la más preciada copa del fútbol.