- La pandemia de coronavirus, el descontento social con los sistemas políticos, entre otros aspectos, fueron señalados por Michelle Bachelet como impulsores de la inestabilidad en la región.
Tras cuatro años como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet dejó el cargo por cumplimiento de término este miércoles y entre otros temas de importancia global, habló sobre los derechos humanos en América Latina.
“A menos que los gobiernos hagan lo que tienen que hacer, que es establecer esquemas de protección social para apoyar a los más vulnerables (…) vamos a tener un clima de inestabilidad social y política en una región que va a tener algunas elecciones este año”, dijo Bachelet este miércoles en entrevista con Noticias ONU.
Bachelet fue presidenta de Chile por dos términos consecutivos, desde 2006 a 2018, y al concluir fue elegida para dirigir el organismo de derechos humanos de la ONU.
En la entrevista también habló sobre el descontento popular en Latinoamérica antes de la pandemia de COVID-19, lo que agravó -dijo- la situación social, y explicó que no siempre los gobiernos respondieron de la mejor manera ante las protestas.
“Además, en algunas partes [el COVID-19] también fue usado como excusa para disminuir los derechos civiles y políticos, y también para acosar o a los periodistas y a los defensores de derechos humanos”, dijo.
Controvertido cierre de mandato
Tras su viaje este año a China, en junio pasado varias figuras de la política internacional criticaron a Bachelet por supuestamente usar términos tibios en vez de a acusar directamente a Beijing por las violaciones a los derechos humanos.
“Bachelet repite como loros del PCCh [Partido Comunista Chino] puntos de conversación como ‘anti-terrorismo’ y ‘desradicalización’. Cooptar la narrativa ‘antiterrorista’ de Beijing legitima el genocidio de China», dijo entonces Rushan Abbas, fundador y director ejecutivo de la organización Campaign for Uyghurs, con sede en Washington DC en un correo electrónico a la Voz de América
omunicado sobre su viaje, Bachelet respondió: “En la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, he planteado preguntas y preocupaciones sobre la aplicación de medidas antiterroristas y de desradicalización y su amplia aplicación, en particular su impacto en los derechos de los uigures y otras minorías predominantemente musulmanas».
Tras diversos informes Bachelet expresó su preocupación por la gravedad de la situación de los derechos humanos en Venezuela al alertar sobre las ejecuciones extrajudiciales, la falta de independencia judicial y los ataques a la libertad de expresión, sin que se vieran avances por parte del gobierno de Nicolás Maduro.