- Un juez nicaragüense decretó 3 meses de prisión mientras se les “investiga”.
- La SIP pide cese de hostigamiento bajo régimen dictatorial de Ortega
El juez nicaragüense Abelardo Alvir Ramos ordenó 90 días de prisión que mantendrá tras las rejas a dos empleados del diario La Prensa de Nicaragua mientras avanza una investigación.
La orden del juez llegó tras una audiencia de tutela de garantía realizada el viernes 8 de julio. El Fiscal que lleva dicho caso es Manuel Rugama, quien estuvo a cargo de la acusación contra la Fundación Violeta Barrios, de acuerdo a un informe del diario publicado en su sitio web.
Los detenidos —cuya identidad se desconoce por petición de sus familiares— trabajaban como conductores del periódico, sin embargo, solo uno acompañó a una periodista y a un fotógrafo a documentar la expulsión de las misioneras de la orden María Teresa de Calcuta días atrás.
Dicha cobertura desencadenó una persecución contra ese equipo de reporteros, según había informado el medio de comunicación nicaragüense.
La Prensa además informó que los dos trabajadores se encuentran en la cárcel de máxima seguridad, conocida como El Chipote y se desconoce de qué los acusan.
De igual forma explicó que no se permitió el ingreso de defensores. “Se supone que ambos los acompañaron abogados de la Defensoría Pública”, indicó la nota del diario.
En un editorial publicado el fin de semana, La Prensa criticó que las autoridades “no informaron previamente que las salida de las monjitas hacia Costa Rica era una operación de seguridad con restricción o prohibición de cobertura periodística, de manera que los integrantes de La Prensa fueron a cubrir el hecho”.
“Los medios de comunicación y los periodistas existen y trabajan para llevar la información al público, ellos no son ni deben ser la noticia, solo son testigos, pero por las circunstancias políticas de Nicaragua a menudo los periodistas y medios son convertidos en víctimas, y por tanto en noticia, contrariando la lógica del periodismo”, lamentó el diario en el editorial titulado ‘La Prensa continúa bajo el asedio policial’.
Incertidumbre en las coberturas
Las detenciones a las que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ha catalogado como “una nueva ola de persecución del gobierno de Nicaragua”, han generado preocupación dentro los reporteros del diario, quienes incluso ya habían suprimido sus firmas en los artículos por temor a represalias.
Uno de ellos, que evitó ser citado por temor a su seguridad, dijo a la Voz de América que existe incertidumbre y mucho temor dentro del personal de La Prensa, en momentos en que continúan los ataques provenientes del gobierno sandinista que lidera Daniel Ortega.
Por ejemplo, dijo, en menos de un año se han dado varios eventos graves, partiendo con el allanamiento de las instalaciones, que llevó a la desaparición del periódico impreso; la detención del gerente general Juan Lorenzo Holmann en septiembre de 2021; y ahora la nueva persecución.
“Te hace sentir inseguro hasta en tu propio hogar”, dijo la fuente. “Es incesante la angustia que sentimos al pensar que el próximo de la lista de detenidos puedo ser yo, o mi compañero de trabajo, y el daño o repercusiones que esa detención puede causar a la familia. Ya en Nicaragua no se puede hacer periodismo, que no sea con la narrativa del oficialismo”, dijo el reportero.
Expresó además que esta persecución trata de enviar un mensaje claro: “que el gobierno no tolera ni va a tolerar más a los medios de comunicación que informen sobre lo que realmente sucede o pasará en el país”.
Eso incluye, adelantó, la cobertura de las próximas elecciones municipales que se realizarán en noviembre. «Está más que claro que el sandinismo va a consumar el control absoluto en los territorios”.
a Prensa de Nicaragua es el diario más antiguo del país con casi 100 años de existencia. A lo largo de su historia ha sido cerrado en varios ocasiones, incluyendo el periodo de la dictadura de Anastasio Somoza. Igual suerte enfrentó durante el primer mandato de Daniel Ortega en la década de 1980. La mala racha se ha agudizado en los últimos años, tras el retorno al poder de Ortega a partir de 2007.