Las pérdidas para el país son de alrededor de Q90 millones
Este 28 de febrero vence un gran lote de cerca de un millón de vacunas rusas Sputnik V, lo que representa una pérdida de cerca de Q90 millones para Guatemala, sin que hasta el momento haya indicios de alguna investigación, para determinar la responsabilidad de los funcionarios que son responsables de que esto haya sucedido.
Las autoridades del ministerio de Salud han guardado silencio en los últimos días, luego de que el titular de la cartera, Francisco Coma, asegurara a mediados de febrero que se haría «todo lo posible» por utilizar entre un 30 y 40 por ciento de la vacunas por vencerse. Ni siquiera se ha informado cuántas se utilizaron en este tiempo.
El presidente Alejandro Giammattei dio declaraciones a la prensa la semana pasada, y responsabilizó «a los guatemaltecos que no se han querido vacunara» como los responsables de que esto suceda.
Ninguna planificación
Desde la compra de las vacunas de manera oscura en abril del 2021, se pudo comprobar que había una serie de deficiencias en el contrato que se negoció en secreto y de manera ilegal con el vendedor, ya que no se cumplió con lo establecido por la Ley de Vacunación, que obligaba al Gobierno a realizar la compra con el productor de manera directa y sin intermediario.
el contrato con el intermediario no contemplo la forma en que se entregarían las vacunas alpaís y nunca existió calendarización para que la llegada de las vacunas respondiera a las necesidades del ministerio de Salud.
De hecho, primero, cuando no había vacunas en el país y eran urgentes, las Sputnik V pagadas por anticipado, llegaron a cuenta gotas. Luego, cuando el país recibió donaciones millonarias de vacunas de otras marcas y el Gobierno compraba más por medio del sistema COVAX, el vendedor ruso hizo envíos de vacunas muy grandes, lo que complicó su uso.
Según pudo establecer Crónica la estrategia de comunicación que se utilizará es la que marcó el presidente, es decir que la culpa del vencimiento de las vacunas es de la población que –además– tiene rechazo hacia las Sputnik.
Tres razones que complicaron
La primera de las causas es la forma de entrega como se mencionó, ya que nunca se contó con un plan que fuera acordado de manera conjunta entre el vendedor y el ministerio de Salud. A eso hay que sumar que las Sputnik V requieren un trato especial en una cadena de enfriamiento que el ministerio de Salud no dispone para todo el país.
Entonces, su aplicación tenía un problema de cobertura geográfica que no permitía tenerla todo el tiempo en todo el territorio nacional.
Otra de las causas es que la OMS sigue sin aprobar hasta la fecha esta vacuna, ya que no ha llenado todos los requisitos que se exigen internacionalmente. Entonces, la mayoría de guatemalteco, al poder escoger entre las vacunas Pfizer, Moderna AstraZeneca o Sputnik, han preferido notoriamente las tres primeras.
Por último, al exigir varios países que los visitantes tuvieran las dos dosis de una vacuna, se rechazó la rusa, precisamente por no tener el reconocimiento de la OMS. Es decir que muchos guatemaltecos que se aplicaron las dos dosis de la vacuna rusa, no pueden viajar a Estados Unidos y la mayor parte de los países europeos.
Varios expertos en temas epidemiológicos y conocedores de campañas de vacunación, dicen que adicional a todo lo anterior, nunca hubo una campaña de comunicación eficiente para que la población aceptara las Sputnik.
flota en el ambiente la duda sobre la explicación que darán las autoridades. Hasta el momento, el Ministerio Público (MP), la Contraloría General de Cuentas (CGC) y la Comisión Presidencial Contra la Corrupción, han evitado abrir una investigación desde el inicio de la negociación, que estuvo siempre rodeada por opacidad.