Un nuevo tratamiento experimental contra el Alzheimer se mostró prometedor durante los experimentos con animales y debería, según los investigadores, ser probado en humanos dado su potencial terapéutico.
Se trata de una molécula sintética que, inyectada en el líquido cefalorraquídeo de ratones y monos de laboratorio, permitió reducir significativamente la proteína tau, cuya acumulación anormal en el cerebro caracteriza a la enfermedad de Alzheimer y a otras patologías neurodegenerativas hasta ahora incurables.
Los investigadores de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri, encontraron que el nuevo tratamiento no sólo podría reducir la proteína tau sino también revertir algunos daños neurológicos causados por su exceso, según un estudio publicado el miércoles en la revista estadounidense Science Translational Medicine.
Esta molécula, llamada «oligonucleótido», actúa sobre las instrucciones genéticas que generan la proteína tau impidiendo su producción.
«Esta molécula es la primera que ha podido revertir los daños en el cerebro que resultan de la acumulación de la proteína tau, y tiene un potencial terapéutico en humanos», dice Timothy Miller, profesor de neurología de la Universidad de Washington y quien condujo el trabajo.
Para este estudio, los científicos utilizaron ratones modificados genéticamente para desarrollar la agregación de la proteína tau en el cerebro similar a la encontrada en los seres humanos.
Se les administró una dosis cuando los ratones tenían seis meses y luego se reanudó el tratamiento diario durante treinta días cuando tenían nueve meses.
Se detectaron menos proteínas tau en el cerebro de los ratones de 12 meses tratados en comparación con los de nueve meses no tratados, lo que sugiere que el tratamiento no sólo detuvo la acumulación de esta proteína sino que también la revirtió.
Además, con el tratamiento con el oligonucleótido, el deterioro del hipocampo -la parte del cerebro determinante para la memoria- y la destrucción de las neuronas cesaron y los ratones vivieron un promedio de 36 días más que los que no recibieron la molécula.
Las autoridades estadounidenses aprobaron recientemente tratamientos con moléculas de oligonucleótidos para dos enfermedades neuromusculares: la distrofia muscular de Duchenne y la atrofia muscular espinal.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, más de 36 millones de personas en todo el mundo sufren demencia, la mayoría de ellas específicamente Alzheimer.
Se calcula que esta cifra se duplicará para 2030 y triplicará para 2050, cuando serán unos 115,4 millones, si no se halla un tratamiento eficaz en los próximos años.
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