La organización Human Rights Watch (HRW) ha instado este jueves a los líderes democráticos a mejorar su trabajo y dejar de lado sus intereses particulares para hacer frente a la amenaza que supone la autocracia a nivel global.
Si bien ha destacado que a lo largo de 2021 los líderes autocráticos se han topado con una «importante» reacción política, la ONG ha destacado en un comunicado que «la democracia solo florecerá en la contienda con la autocracia si los líderes democráticos hacen un mejor trabajo para abordar los problemas».
Kenneth Roth, director ejecutivo de HRW, señaló tras publicar el Informe Mundial 2022 que «desde Cuba hasta Hong Kong, el pueblo ha salido a las calles exigiendo democracia cuando los gobernantes que no rinden cuentas dieron prioridad, como de costumbre, a sus propios intereses sobre los de sus ciudadanos».
No obstante, ha dicho, muchos líderes han estado demasiado «enfrascados en preocupaciones a corto plazo y en anotarse tantos políticos como para abordar problemas graves como el cambio climático, la pandemia, la pobreza o la desigualdad».
«En un país tras otro, un gran número de personas han salido a la calle, incluso bajo riesgo de ser detenidas o heridas por disparos, lo que demuestra que el atractivo de la democracia sigue siendo fuerte», ha aseverado Roth, que ha matizado que los líderes electos «deben desempeñar un mejor trabajo a la hora de hacer frente a los principales desafíos para demostrar que el gobierno democrático cumple con los beneficios prometidos».
En el informe publicado este jueves, HRW examina las prácticas de Derechos Humanos en casi un centenar de países. Así, ha lamentado que muchos líderes autócratas hayan «restado importancia a la pandemia y den la espalda a la ciencia», al tiempo que difunden «información falsa y no adoptan medidas para proteger la salud y la vida de los ciudadanos».
Roth ha asegurado que estos líderes deberían «preocuparse» por el hecho de que algunos partidos opositores hayan empezado a «salvar sus diferencias» para crear alianzas que den prioridad a un interés común frente a «políticos corruptos y líderes represivos».
En República Checa, ha explicado, una «insólita coalición derrotó al primer ministro Andrej Babis». «En Israel, una coalición aún más improbable acabó con el largo mandato de Benjamin Netanyahu. Se han formado alianzas generales similares de partidos de la oposición para las próximas elecciones contra Viktor Orbán en Hungría y Recep Tayyip Erdogan en Turquía», dijo.
«Como los autócratas ya no pueden confiar en elecciones sutilmente manipuladas para preservar el poder, un número cada vez mayor, desde Nicaragua hasta Rusia, está recurriendo a farsas electorales que garantizan el resultado deseado, pero que no confieren ninguna de las legitimidades que se buscan con la celebración de unas elecciones. Esta creciente represión es un signo de debilidad, no de fortaleza«, manifestó Roth.
Sin embargo, ha criticado a la comunidad internacional por tocar únicamente «de refilón» cuestiones de gran calado como la crisis climática. «Aparentemente son incapaces de superar los enfoques nacionales y los intereses creados para dar los pasos necesarios que eviten consecuencias catastróficas», aseveró.
Además, manifestó que la pandemia de coronavirus ha puesto en evidencia las debilidades de las democracias, que han logrado desarrollar vacunas muy eficaces, pero «no han conseguido que la población de los países más pobres puedan acceder en igualdad de condiciones a las mismas».
La UE y los Derechos Humanos
El subdirector para Europa y Asia Central de HRW, Benjamin Ward, ha advertido de que el apoyo de la Unión Europea a gobiernos «abusivos» para «mantener alejados a los migrantes y solicitantes de asilo durante 2021 puso de relieve la enorme brecha entre la retórica del bloque sobre los Derechos Humanos y la práctica real».
«Los principales ejemplos son la militarización y la emergencia humanitaria en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, y las devoluciones en otras fronteras exteriores de la UE», expresó.
«A menudo vemos que el compromiso de la Unión Europea con los Derechos Humanos flaquea cuando las cosas se ponen difíciles», afirmó Ward, que añadió que en «un momento en que la gente está sufriendo y sus derechos están amenazados dentro y fuera de las fronteras de la Unión Europea, necesitamos una UE dispuesta a defenderlos».
HRW ha alertado así que el Estado de Derecho se ha erosionado en varios países del bloque comunitario a lo largo del año pasado. «Polonia y Hungría fueron objeto de un continuo escrutinio por los ataques contra los derechos de las personas LGTBI, la independencia judicial y la libertad de los medios de comunicación, los derechos de las mujeres y los grupos de la sociedad civil, incluidos los defensores de los derechos de las mujeres», explicó.
No obstante, ha matizado que ha habido «indicios de una respuesta más enérgica por parte de algunas instituciones de la UE a la situación de Hungría y Polonia, incluidas las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE».
A su vez, ha acusado a países como Croacia, Chipre, Grecia, Hungría, Eslovenia, España, Lituania, Letonia y Polonia de participar en devoluciones de migrantes y modificar su legislación nacional para dar cobertura legal a estas prácticas ilegales.
Retroceso alarmante en Latinoamérica
En Latinoamérica, por otra parte, muchos países se enfrentan a los desafíos más graves en materia de Derechos Humos desde hace décadas, tal y como ha asegurado HRW a raíz de la presentación del Informe Mundial 2022.
«El alarmante retroceso de las libertades fundamentales en América Latina nos obliga hoy a defender espacios democráticos que solíamos dar por sentados», ha expresado Tamara Taraciuk Broner, directora interina para las Américas de la organización. «Incluso líderes que llegaron al poder mediante elecciones democráticas han atacado a la sociedad civil independiente, la libertad de prensa y la independencia judicial. Millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y países, y la pandemia ha tenido un impacto económico y social devastador«, ha matizado.
Taraciuk ha hecho hincapié en que gobiernos como el cubano o el nicaragüense han llevado a cabo procesos abusivos y sin garantías democráticas, al tiempo que ejercen la represión contra voces críticas y disidentes.
También ha lamentado que en la región se hayan producido varios intentos de «debilitar el Estado de Derecho por parte de líderes con tendencias autoritarias que fueron electos democráticamente», como podría ser el caso del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que defiende la dictadura militar que tuvo lugar entre 1964 y 1985 en el país.
HRW ha señalado que en países como Argentina, Bolivia, Perú y Guatemala, se han producido diversos intentos de debilitar la independencia judicial. «Algunos gobiernos han usado la pandemia de COVID-19 como pretexto para violar derechos. El Gobierno guatemalteco arremetió contra los medios de comunicación e impuso restricciones al acceso a la información sobre la pandemia. En Brasil, el presidente Bolsonaro hizo caso omiso de las recomendaciones científicas, difundió información falsa y promovió tratamientos contra el virus sin eficacia comprobada«, ha alertado Taraciuk.
«Muchos periodistas, activistas y jueces han desempeñado un papel extraordinario al exponer abusos y actuar como frenos al poder ejecutivo», ha aclarado antes de reivindicar que «es fundamental que se sigan apoyando los esfuerzos para proteger el Estado de Derecho, las libertades fundamentales y las instituciones democráticas».