Es de los mejores ejemplos de un alcalde corrupto, pero Arnoldo Medrano sigue como ícono de la clase política que vive bajo el manto de la impunidad y goza la de la protección de jueces y magistrados. La lucha del MP por mantenerlo en la cárcel y que avancen los procesos en su contra no se detiene, pero en los tribunales las resoluciones suelen beneficiarlo.
Este lunes el juez Mynor Moto –controversial por algunas de sus resoluciones–, benefició a Medrano al modificar los delitos que le imputa el MP le concedió prisión preventiva, en lugar de cárcel. Nada extraña en los procesos contra este ex alcalde de Chinautla, que acumula acusaciones en al menos 17 procesos por corrupción.
Este caso en particular trata sobre los malos manejos que se dieron en un proyecto habitacional en el que la comuna invirtió Q10 millones, pero se hizo con materiales de baja calidad. Lo contradictorio del caso es que el proyecto se llama Vivienda Digna.
Si bien es cierto que la resolución del juez liga a proceso a Medrano, le eliminó tres delitos más que le imputaba el MP, y ordenó el pago de Q75 mil como medida sustitutiva.
La lista de acciones judiciales que han protegido al ex alcalde es grande, y principió desde el tiempo en que era alcalde y se luchó en varios casos para quitarle la inmunidad por medio de antejuicios que no avanzaban o tuvieron resultado negativo.
Moto es el juez que dejó en libertad a varios de los implicados en el caso Bufete de la impunidad, y en fuentes del MP se le considera como alguien muy favorable a la llamada clase política. Esta vez la resolución que favorece a Medrano la ha tomado al conocer el caso cuando el juez responsable del caso se encontraba de vacaciones, lo que no es común que suceda cuando se trata de casos con alta exposición pública.
Entre los muchos casos en los que se ha visto implicado este es alcalde, está el de crear una red de corrupción en la construcción de proyectos en varios municipios cercanos a Chinautla. Por las múltiples acusaciones en su contra, no pudo participar en las últimas elecciones, pero en su lugar compitió y ganó la alcaldía su sobrina, Brenda Elizabeth del Cid Medrano, lo que permite a la familia retener el control de la municipalidad desde 1986, toda una dinastía. Varios familiares suyos están implicados en las redes de corrupción, y su hijo, Gustavo Arnoldo Medrano Osorio, es un diputado que ha ha gozado de grandes beneficios y numerosas plazas en el Congreso.