Las delegaciones de Naciones Unidas y de Estados Unidos han tenido que abandonar el funeral del presidente de Haití Jovenel Moise por el estallido de disparos en medio del evento, informa el diario estadounidense ‘Miami Herald’.
De acuerdo con la enviada especial del medio, la delegación de Estados Unidos, encabezada por la embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas, Linda Thomas Greenfield, interrumpió su visita después de que se escucharan disparos cuando el funeral comenzaba alrededor de las 10 horas (hora local).
Momentos después, la representante especial de Naciones Unidas en Haití, Helen La Lime, abandonó el lugar con su comitiva, de acuerdo con el mismo medio.
Tras lo ocurrido, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ha puntualizado que la delegación estadounidense que ha asistido al funeral de Moise se encuentra «a salvo» y los que han viajado desde Washington «han llegado sanos y salvos» a Estados Unidos.
En un comunicado, ha reiterado la «profunda» preocupación de la Administración Biden por la situación en Haití y ha urgido a todos los partidos a expresarse «pacíficamente», mientras que ha llamado a los líderes haitianos a aclarar a sus seguidores que deben evitar la violencia.
Diálogo «inclusivo»
Asimismo, ha pedido a los líderes del país «trabajar juntos» para comenzar un diálogo «inclusivo» y ha garantizado que Washington continuará proporcionando «asistencia», incluido equipamiento y entrenamiento, a la Policía de Haití y al Gobierno, a la luz de los retos en materia de seguridad a los que se enfrenta el país. «Estados Unidos apoya a la ciudadanía de Haití en esta desafiante época», ha remachado.
Momentos antes de que comenzara el funeral, la multitud comenzó a insultar al jefe de la Policía Nacional, Léon Charles, al grito de «asesino», al tiempo que la Policía empleó gases lacrimógenos para dispersar a los concentrados en barricadas de neumáticos en llamas, situados en las inmediaciones del funeral, según el recuento de ‘Gazette Haiti’.
- El funeral se ha iniciado un día después de que Cabo Haitiano fuera escenario de tensiones y protestas, en algunas de las cuales se levantaron barricadas, sin que por el momento las autoridades hayan facilitado un balance de posibles víctimas o detenidos, según la agencia haitiana Alter Presse.
- Las protestas estuvieron protagonizadas por personas que reclamaron «justicia» tras el asesinato de Moise, después de que el nuevo primer ministro, Ariel Henry, llegara a la ciudad para participar en las exequias, en las que ha participado la viuda de Moise, Martine Moise, quien resultó gravemente herida durante el ataque.
- La mujer aseguró durante su comparecencia en el funeral que no busca venganza por el magnicidio, sino que solo desea que se haga justicia que no desea venganza por el magnicidio de su esposo, solo desea que se haga justicia, e instó a la población a no caer en el miedo, según informa la cadena TeleSur.
Traicionado
Martine Moise ha denunciado durante la jornada de este viernes que su marido fue «abandonado» y «traicionado», al tiempo que ha censurado que el asesinato se produjo con «crueldad» y «barbarie».
En este sentido, ha afirmado que Moise fue asesinado por sus planes de garantizar electricidad a todo el país durante las 24 horas y su «deseo de defender a los más desfavorecidos». «Perdimos una batalla pero no la guerra», ha agregado, antes de hacer una referencia a los «oligarcas corruptos».
Por su parte, el hijo mayor del mandatario, Joverlein Moise, ha presentado a su padre como un hombre «honesto» que ha sido asesinado «por un conjunto de sectores». «Se puede matar a mi padre pero no a sus ideas», ha apostillado, antes de afirmar que la lucha liderada por su padre «continuará», sin dar más detalles.
Tras la ceremonia, Moise ha sido enterrado en un mausoleo, dentro de una tumba de hormigón de tres metros sostenida por barras de hierro y sellada con tablones de madera cubiertos con una mezcla de cemento, piedras y agua.