La Unión Europea y Estados Unidos lograron un acuerdo para poner fin a casi dos décadas de disputa por los respectivos subsidios a Airbus y Boeing, una tensión comercial que había derivado en una batalla arancelaria por la que exportaciones claves de cada bloque quedaron gravadas con miles de millones de euros.
El compromiso de poner fin a este conflicto quedará recogido en la declaración conjunta que Estados Unidos y la UE difundirán este mismo martes y que recogerá la hoja de ruta de «varios años» para resolver las diferencias, según han confirmado fuentes comunitarias a Europa Press.
El consenso se anuncia coincidiendo con la visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a Bruselas, en donde este mismo martes participa en una cumbre bilateral Estados Unidos-UE junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo, Charles Michel.
El documento que suscribirán Biden, Von der Leyen y Michel fue ya presentado la víspera a los embajadores de los Veintisiete e implica una suspensión de todos los aranceles durante un periodo de cinco años, así como una serie de «compromisos» para allanar el camino a la solución definitiva, explican las fuentes.
«La reunión de hoy arranca con un gran avance en aeronáutica. Realmente abre un nuevo capítulo en nuestras relaciones porque pasamos de pelear a cooperar en materia de aeronaves, tras 17 años de disputa«, celebró la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, en una declaración distribuida por su equipo.
El acuerdo garantizará que europeos y estadounidenses compiten «en igual de condiciones» y permite «pasar página, trabajar juntos para encarar las prácticas desleales y coercitivas que nos preocupan a ambos y asegurar estándares de competencia justa«, según ha dicho, por su parte, la responsable en materia comercial de Estados Unidos, Katherine Tai.
El primer paso para rebajar las tensiones se dio el pasado marzo, cuando las dos partes acordaron suspender los aranceles durante un periodo de cuatro meses, con el objetivo de facilitar la negociación.
El primero en gravar las exportaciones del otro fue Estados Unidos, cuando el entonces presidente Donald Trump anunció aranceles por valor de 7,500 millones de dólares (unos 6,100 millones de euros) con el aval de la OMC. La UE respondió un año después imponiendo tarifas a productos estadounidenses por valor de 4,000 millones de dólares (cerca de 3,300 millones de euros).
Con todo, Tai precisó que aunque el acuerdo implica la suspensión tarifaria durante un periodo de cinco años, en la práctica Estados Unidos mantendrá dicha suspensión «mientras el apoyo de la UE a Airbus será coherente con los términos del acuerdo», por lo que se reserva el poder de reactivar los gravámenes si considera que se vulnera la competencia justa.
Otra de las claves del acuerdo es que las partes harán declaraciones claras sobre el apoyo aceptable a grandes fabricantes del sector de la aviación civil y un proceso de colaboración para resolver las diferencias existentes hasta ahora.
La amenaza que ven en China es también un elemento que ha unido a la UE y Estados Unidos en este caso, por lo que las partes se comprometen a trabajar juntas para hacer frente a prácticas desleales y a contrarrestar la entrada de inversores del gigante asiático en la aeronáutica europea y estadounidense.