La OTAN se desvinculó este lunes del supuesto espionaje de Estados Unidos a altos cargos europeos, entre estos a la canciller alemana, Ángela Merkel, entre 2012 y 2014, en el que habría participado la Inteligencia de Dinamarca, según las investigaciones publicadas por varios medios europeos.
«La OTAN como organización no está implicada, por lo que no es cosa nuestra comentar este tema. Espero que los países involucrados se sienten y encuentren formas de lidiar con este asunto», afirmó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg en declaraciones en rueda de prensa antes de la reunión de ministros de Defensa este martes.
Preguntado por si este caso puede generar fracturas entre los miembros de la Alianza, el jefe político de la organización se ha limitado a señalar que los distintos países protagonistas del incidente ya «están trabajando para establecer los hechos y ponerlos sobre la mesa».
Servicio de Inteligencia de Defensa (FE)
Las informaciones periodísticas apuntan a que el Servicio de Inteligencia de Defensa (FE) de Dinamarca ayudó a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos a espiar a la canciller alemana además de a altos cargos europeos de Francia, Suecia y Noruega, tras acceder a mensajes de texto y conversaciones telefónicas.
Por el momento, el Gobierno danés se desmarcó de las acusaciones y lamentó que este tipo de prácticas son «inaceptables».
Mientras que Berlín confirmó que se encuentra en contacto con las entidades relevantes para obtener «cualquier aclaración sobre el asunto» y París avisó que, de confirmarse, serían hechos «graves» contrarios a la confianza entre «aliados».