El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, mantuvieron este miércoles un encuentro telefónico para abordar la difícil situación que se vive en la frontera entre ambos países y han acordado seguir trabajando de manera conjunta contra la crisis migratoria.
«Existe disposición de nuestra parte para sumar voluntades en el combate al tráfico de personas y protección de los Derechos Humanos, sobre todo de niñas y niños», escribió el presidente mexicano a través de su cuenta de Twitter, en donde ha compartido una imagen de la conversación, en la que también participó el ministro de Exteriores de México, Marcelo Ebrard.
Se trata del segundo diálogo que mantiene los gobiernos de México y Estados Unidos en relación a la crisis migratoria, después de que en enero el presidente, Joe Biden, como parte de su llegada a la Casa Blanca entablará conversaciones con varios líderes mundiales.
En esta ocasión fue Harris la encargada de tratar estos asuntos después de que el presidente Biden le encargara la gestión de la crisis en la frontera, en la cual, sólo en el mes de marzo, fueron detenidas más de 171,000 personas procedentes principalmente del conocido como Triángulo Norte Centroamericano –Honduras, El Salvador y Guatemala–.
El comunicado emitido por la Casa Blanca señaló que Harris ha agradecido a López Obrador «su cooperación en temas migratorios» y han acordado «continuar trabajando juntos para abordar las causas fundamentales de la migración» desde estos tres países, entre ellas «la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades económicas».
En la frontera
El pasado 25 de marzo, la crisis migratoria monopolizó la primera rueda de prensa del presidente Biden en la que aseguró que mayoría «abrumadora» de los migrantes que llegan cada día a la frontera sur con México estaban siendo enviados de regreso a sus países de origen.
A su vez, señaló que si no se estaban llevando a cabo mayor número de deportaciones era porque el Gobierno de México no estaba aceptando a más de estas personas, por lo que seguirían las negociaciones con el presidente López Obrador para que «todos regresaran», salvo aquellos niños que viajan solos.
Se estima que más de 400,000 niños sin sus padres, sin embargo, han cruzado la frontera desde 2003. La última actualización de las autoridades migratorias estadounidenses cifran en al menos 19,000 el número de menores no acompañados que han solicitado asilo.
Sólo en marzo de este año, más de 171,000 personas han sido detenidas en la frontera con México, entre las cuales hay 53,000 familias y 99,000 adultos solteros.
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