Samia Suluhu Hassan se ha convertido este viernes en la primera mujer en asumir la Presidencia de Tanzania, con la dudas de cuál será su poder real dentro de una estructura que John Magufuli, fallecido esta semana, ha dominado por completo durante los últimos años.
Magufuli falleció el miércoles, según el Gobierno víctima de problemas cardiacos. La oposición ha asegurado que pudo infectarse de COVID-19, una enfermedad cuya existencia negó en reiteradas ocasiones el difunto mandatario, que impuso un bloqueo en la difusión de datos acerca de la pandemia.
Suluhu Hassan, de 61 años y nacida en el archipiélago de Zanzíbar, ocupaba hasta ahora la Vicepresidencia, por lo que ha ascendido al primer escalafón del poder tal como estipula la Constitución. Entre los retos pendientes está asegurarse el control del partido gobernante, Chama Cha Mapinduzi, si quiere conservar la jefatura de Estado al menos hasta las elecciones de 2025.
Magufuli la eligió en 2015 como compañera de fórmula para las elecciones, pero ‘a posteriori’ reconoció que habría preferido al exministro de Defensa Hussein Mwinyi y que fue su partido quien le exhortó a designar a una mujer. La mantuvo en el puesto para lograr la reelección en octubre de 2020.
Este sábado, Suluhu Hassan ya tiene una cita en la sede del partido gobernante en Dar es Salaam para escuchar sugerencias sobre el nombramiento del futuro vicepresidente y comenzar a fijar su ‘hoja de ruta’, en la que está por ver si revisará las políticas de Magufuli en relación a la pandemia de coronavirus.
Formada en la Universidad de Mánchester, donde estudió Economía, Suluhu Hassan supervisaba como vicepresidenta cuestiones poco relevantes relativas a medio ambiente o trabajo, con un puesto más ceremonial frente al omnipresente Magufuli.
Mensaje de la nueva líder
La ONG Human Rights Watch espera que el relevo presidencial sirva para abrir un nuevo capítulo, ya que considera que Magufuli aplicó durante su mandato «leyes y políticas abusivas que perjudicaron gravemente los Derechos Humanos». «El nuevo Gobierno tiene ahora una oportunidad de terminar con prácticas polémicas del pasado», ha reclamado el director de la organización para la zona este de África, Otsieno Namwaya.
Entre los abusos que HRW llama a revertir están la persecución de la oposición y la prensa crítica y el veto para que adolescentes embarazadas y con hijos puedan asistir a clase. «Con el fallecimiento de Magufuli, la necesidad urgente de justicia para muchas víctimas de abusos está más clara que nunca», ha exhortado Namwaya.